"Me encanta el estilo del Arsenal de Wenger. Es como una orquesta, pero yo prefiero el heavy metal". Esta es una frase de Jürgen Klopp que pronunció en 2013 y que describe a la perfección el carácter irreverente de un técnico capaz de revolucionar equipos y que consiguió que el Liverpool volviese a repetir la impresionante remontada del conocido como Milagro de Estambul, cuando un Liverpool entrenado por Benítez levantó en la segunda mitad una desventaja de tres goles frente al Milan, para llevarse la Champions de 2005. La remontada de este jueves, con cuatro goles en la segunda mitad, sirvió para que el Liverpool se colase en semifinales de la Europa League, dejando muy tocado al Borussia Dortmund de Tuchel, equipo que es la principal obra colectiva moldeada por el propio Klopp.

La presencia del técnico alemán es el principal motivo que explica cómo el conjunto inglés pudo pasar en los 15 minutos del descanso de un auténtico entierro a salir al campo convencido de que la remontada era posible. Su carácter ganador y su capacidad para convencer a los jugadores de que vayan a la guerra con él fue claramente la clave de ese encuentro. Un Dortmund con 0-2 y con gacelas en punta que matan al contragolpe se las prometía felices. Incluso se pensaba en goleada. Sin embargo, el gol de Origi en el minuto 48 ya adelantaba que los reds no venderían barata su piel. Reus volvió a marcar para los germanos y parecía que el sueño de la remontada se desvanecía. Incluso con el gol del talentoso Coutinho. Sin embargo, el espíritu de Klopp, o el espíritu de Estambul que consiguió inyectar en la mente de sus jugadores, permitieron culminar la espectacular remontada. Para más épica, los dos goles que necesitaban para pasar fueron de sus centrales. Sakho y Lovren, tantas veces criticados, daban la vuelta a una eliminatoria ya épica. El último llegó en el minuto 91.

El entrenador alemán, con su icónico pelo rubio y sus gafas de pasta, trató de contener la alegría, pues acababa de eliminar a su Dortmund, al equipo con el que ganó dos Bundesligas y llegó a una final de Champions League. Sin embargo, fue imposible detener la emoción ante el milagro vivido sobre el césped. Sus puñetazos al aire celebrando los goles que caían en la segunda mitad se han convertido en una de las imágenes de esta temporada futbolística.

Los reds son un equipo vibrante en ataque pero que flojean en defensa. Eso no cambió con la llegada del técnico alemán. Aunque sus ataques se convirtieron en más rápidos, jugando un fútbol de vértigo por veces. Kloppismo en estado puro. El español Alberto Moreno desveló que el speech de Klopp en el descanso ante el Dortmund fue clave. "Nos trasladó que podíamos darle la vuelta al marcador si jugábamos como sabemos. Pero para ello había que creer". Autodenominado The Normal One -en contraposición a un Mourinho cuyo egocentrismo le hizo apodarse a sí mismo The Special One- el entrenador germano demostró que motivando a los suyos no tiene parangón. El lateral español confesaría tras el encuentro que Klopp apeló a la siempre entregada afición de Anfield Road: "Lo normal es que perdamos, pero... ¿qué pasaría si remontamos, cómo se pondría esa gente que está ahí apoyándonos incondicionalmente?", les dijo en el vestuario. Rescató el espíritu de Estambul y lo hizo un día antes de que Liverpool conmemorase el 27 aniversario de la tragedia de Hillsborough, en la que murieron 96 hinchas reds.

La Europa League es ahora el principal objetivo del Liverpool y su única vía para acceder a la Champions. Por delante tiene a un Villarreal que espera superar de una vez su fantasma de las semifinales. De cara a la próxima campaña, The Normal One tiene mucho trabajo si quiere que un club que levantó cinco veces la Copa de Europa vuelva a pelear por el título de liga. Llegó a la Premier a mitad de temporada por los malos resultados. Aunque su situación en liga dista mucho de ser la ideal, por lo menos consiguió que Anfield vuelva a identificarse con su equipo, y ruja como solo Anfield sabe hacerlo. Con Henderson lesionado en el centro del campo, Coutinho es el hombre que marca las diferencias entre líneas. El joven Origi, Lallana y Firmino son algunas de las armas en ataque a las que se agarran los de Merseyside para soñar con levantar este año un nuevo título europeo.

El vibrante encuentro entre Liverpool y Borussia Dortmund, y la nueva clasificación del Sevilla abonado al sufrimiento y llevándose de nuevo una tanda de penaltis, esta vez ante el Athletic, reforzaron a aquellos que defienden que la Europa League es una competición apasionante, con sorpresas de verdad frente a una Champions League en la que casi siempre llegan los mismos nombres a las rondas finales. Los sibaritas que solo dan importancia a la Champions se quedaron sin argumentos en la ronda de cuartos de final de la segunda competición continental, disputada la pasada semana.