Levante y Athletic empataron a dos tantos en un encuentro que el equipo local ganaba por 2-0 hasta el minuto 88 y en el que sus merecimientos a lo largo del choque no fueron suficientes para sacarlo adelante.

El equipo local demostró que creía en sus posibilidades, pero le faltó fuelle al final y el Athletic, pese a no completar un buen encuentro, mantuvo las esperanzas y encontró premio, quizá excesivo, en los últimos compases del encuentro.

Aunque el Athletic manejó algo más el balón, solo tuvo opciones de gol al final, mientras los locales demostraron lo que se jugaba y que creyó en sus posibilidades desde el principio al fin.

El Levante utilizó su indumentaria habitual, pero el Athletic vistió camiseta negra y pantalón rojo, por lo que la coincidencia en los colores oscuros de ambos equipajes provocó alguna confusión entre los jugadores.

De entrada, Joan Francesc Ferrer Rubi, técnico local, introdujo varias modificaciones en el equipo inicial respecto al encuentro de Granada y Verza, David Navarro, Deyverson y Verdú se quedaron en el banquillo, mientras que Camarasa, Pedro López, Feddal y Casadesús tuvieron su oportunidad.

El Athletic, con Williams y Muniain en las bandas y Viguera en punta, trataba, por su parte, de aprovechar la movilidad entre líneas de Raúl García por delante de Beñat e Iturraspe.

Los primeros minutos fueron de control visitante, pero antes del cuarto de hora, en la primera aproximación levantinista a la meta de Iraizoz, llegó el 1-0. Fue tras un gran pase de Lerma a Casadesús, que controló muy bien el balón para adelantar a su equipo y dar paso a una fase de juego más nivelada que la inicial.

A pesar de ello, el Athletic tenía más el balón que los locales y trataba de llegar con un fútbol elaborado a la meta de Mariño, aunque no lo conseguía porque defensivamente el conjunto valenciano se mostró ordenado. Prueba de ello fue que en la primera parte el Athletic no tuvo apenas opciones claras de gol.

La segunda mitad dio comienzo con un gol anulado a Rossi por un fuera de juego muy ajustado. El partido no ganó en calidad, pero se tornó más dinámico.

Mediado el segundo periodo, cuando el Athletic empezaba a controlar el juego, Pedro López dio un aviso en un gran disparo y, justo después, una jugada colectiva del Levante acabó con el 2-0 en una acción en la que el último en tocar el balón fue el defensor forastero Etxeita.

A partir de ese momento, el Levante se mostró más tranquilo, trató de desacelerar el ritmo del encuentro y también encontró espacios a la contra ante un rival que acechó la meta local y marcó por medio de Susaeta en el 88. Poco después, en una jugada similar fue San José el que estableció el empate definitivo.

El resultado sirve de poco a ambos equipos en pos de sus respectivos objetivos, pero deja muy tocado al Levante en la carrera por la salvación.