El Liceo sufre, como lo hizo ayer para imponerse en la pista del Calafell (1-3), pero sigue empeñado en dejar hasta el último suspiro de su aliento por terminar el curso de la forma más digna posible pese a todos los contratiempos con los que se está encontrando. Los tres puntos en la pista catalana le permiten al conjunto verdiblanco igualar al Vic en la segunda posición de la tabla, a la espera de lo que haga hoy su rival en su visita al Noia.

De nuevo, con solo seis jugadores de pista, uno el canterano Mikel Abeal, el Liceo se sobrepuso a las bajas de Toni Pérez, Josep Lamas y Pau Bargalló para ganar al Calafell, que con la derrota cae al puesto de colista y, aunque no descendido matemáticamente, empieza a ver muy de cerca la Primera Nacional. Y eso que también dio la cara. En la primera parte del partido, solo David Torres pudo batir la portería contraria, dando al Liceo una mínima ventaja al descanso. Marc Vergés, de falta directa, empató el duelo nada más comenzar el segundo periodo. En la recta final del encuentro, la calidad individual de los coruñeses pesó más que su cansancio. El capitán Jordi Bargalló, que había fallado una directa tras la cartulina azul a Oriol Palau, dio ventaja a los suyos y Oriol Vives certificó después el triunfo.