Los españoles Mikel Landa (Sky) y Alejandro Valverde (Movistar) y el italiano Vincenzo Nibali (Astana) son las principales referentes para relevar a Alberto Contador en el palmarés del Giro de Italia, cuya 99.ª edición comienza hoy en la localidad holandesa de Apeldoorn y finalizará en Turín el día 29, con un recorrido que ofrece montaña decisiva en la tercera semana. Se anuncia duelo directo entre Landa, tercero en 2015, y el Tiburón Nibali, que llega con el sello de ser uno de los seis ciclistas con las tres grandes en su poder.

En el segundo escalón hay más nombres que van a ser relevantes en la carrera rosa. Valverde debuta con 36 años, "con ganas e ilusión", y dispuesto a buscar la sorpresa. Llega sin presión, rodeado de un gran equipo y con unos resultados excelentes en la temporada, con triunfos en Andalucía, Castilla y León y Flecha Valona. Más nombres se pueden añadir a los llamados a ser protagonistas, como los colombianos Urán, dos veces segundo, y Chaves; el ruso Zakarin; el holandés Dumoulin y el italiano Pozzovivo.

El recorrido, como siempre en el Giro, es muy exigente, con montaña temible, a pesar de que se echan en falta puertos míticos como el Mortirolo o el Zoncolan. Incluye tres contrarreloj, cuatro etapas de alta montaña y seis finales en alto.

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Para empezar, una contrarreloj de 9,8 kilómetros de donde saldrá la primera maglia rosa. Una toma de contacto en la primera semana con opciones para los velocistas y la entrada en la media montaña, donde los favoritos deben estar muy atentos. En la sexta jornada llega el primer final en alto (Roccaraso), en la octava habrá tramos de tierra en la meta de Arezzo, y una crono de 40,4 kilómetros en la novena cerrará el primer tercio del Giro.

No será fácil la segunda semana, con etapas nerviosas de principio a fin. En la décima se llega a Sestola, y en la decimotercera entre Palmanova y Cividale del Friuli, no habrá descanso y habrá batalla.

Este Giro tendrá dos etapas reinas. El menú de la decimocuarta, entre Alpago y Corvara, incluye seis puertos: el Passo Pordoi, Sella, Gardena, Campolongo, Giau y Valparola, en el corazón de los Dolomitas. El segundo tercio concluye con la dura cronoescalada a Alpe di Siusi, de 10,8 kilómetros y nueve de ellos al 8,3% de desnivel.

Intriga hasta la última semana, que comenzará con otro final en alto en Andalo (16.ª), con las ascensiones previas a Mendola y Paganella, en solo 133 kilómetros. Poco más de 234 kilómetros convertirán en un infierno la etapa maratón con la meta en Pinerolo y el alto de Pramartino en el último tramo. Pero será peor el fin de semana, que se antoja decisivo. La meta de la 19.ª etapa estará en Risoul, pero antes habrá que franquear el Agnello, la cima Coppi con sus 2.744 metros.

Por si faltara algo, la penúltima etapa será tremendamente nerviosa con tres altos de montaña en sólo 134 kilómetros, para cerrarse la carrera en Turín con la habitual llegada al sprint y el homenaje al campeón.