El Rayo Vallecano cayó en Anoeta ante una Real Sociedad que no se jugaba nada y ahora depende de resultados de terceros, además de ganar en la última jornada, para mantener la categoría.

El Rayo se jugaba la vida en Primera División y eso se notó en unos primeros minutos en los que la Real jugaba al ralentí mientras los de Paco Jémez buscaban con ahínco la portería de Gero Rulli, un valladar durante toda la tarde.

Enseguida se le torcieron las cosas a un Rayo que, fiel a sus costumbre, estaba más preocupado por pisar el área rival que de defender la propia, lo que aprovecharía en el minuto 11 el joven Oyarzabal para marcar de rebote en la portería de Juan Carlos.

Eusebio, en el vestuario, retiró a Vela, desafortunado una vez más, y entró el joven del filial Jon Bautista que, en su primer remate tras una combinación de Zurutuza y Oyarzabal, batió por bajo a Juan Carlos y complicó las cosas al Rayo.

El equipo de Vallecas apretó en el tramo final tras el gol de Guerra, apelando al corazón y Manucho la tuvo en un remate de cabeza que Rulli convirtió en córner cuando se veía el empate. Terminaría atacando con su portero, pero el partido no dio para más y ahora su continuidad en la máxima categoría se la jugará con Getafe y Sporting el próximo sábado.