El tenista escocés Andy Murray se impuso ayer (6-3, 6-3) al serbio Novak Djokovic en la final del torneo de Roma, quinto Masters 1.000 de la temporada, para estrenar su palmarés en 2016, en la que era la segunda final entre ambos en siete días después de caer en el Mutua Madrid Open. El británico celebró su cumpleaños a lo grande, con una actuación sin fisura, la necesaria para batir a un Nole sin respuestas en esta ocasión. Murray, que acumulaba semis en Montecarlo y final en Madrid, levantó el título en esta ocasión para reafirmar su gran momento recuperando el número dos del mundo que cedió por no defender el título en Madrid.