El Palacio no tiene dudas. Antes incluso del bocinazo final, los aficionados del Básquet Coruña alzaron la voz para avisar al Melilla de que no lo tendrá nada fácil mañana. "El quinto partido lo vamos a ganar", se oía en el pabellón coruñés, teñido del característico naranja.

Casi 4.000 espectadores quisieron ser testigos del primer match-ball de la eliminatoria de semifinales de herculinos y melillenses. Ilusionados por ver la final tan cerca, los aficionados empezaron a entrar en el Palacio a las once y media, una hora antes del choque. También se registraron pequeñas colas en las taquillas de Riazor. Dentro, el naranja fue protagonista. Cuando el speaker anunció los nombres de los pupilos de Tito Díaz, empezó la fiesta. Leymito, la mascota del equipo coruñés, no faltó y recibió varias ovaciones, así como el cariño de los niños.

Se notaba que se trataba de una especie de final. El Leyma a un pasito de la final. Por eso el público estuvo tan participativo. Cada canasta provocaba un sonoro aplauso, al igual que cada fallo del rival, que no fueron demasiados. Como banda sonora, una charanga. Las canciones nunca faltan. "Este partido lo vamos a ganar" o "sí se puede" fueron algunas de las canciones escuchadas en la mañana de ayer. Tito Díaz agradecía desde el banquillo ese enorme apoyo, e incluso a veces se atrevía a pedir un poco más de entrega con el objetivo de abrumar al Melilla. No funcionó, pero eso no acabó con la fiesta naranja. "A por ellos", gritaban los aficionados aún esperanzados poco después del descanso.

La remontada, para los más optimistas, aún era posible. A medida que el Melilla crecía, los silbidos también. Cada posesión del rival era castigada con abucheos. Pero ni con esas se arrugó el equipo que dirige Alejandro Alcoba. Los árbitros tampoco se libraron, que fueron criticados cuando desfavorecían a los coruñeses. El 2-2 en la eliminatoria fue inevitable. Básquet Coruña y Melilla volverán a verse mañana las caras, aunque esta vez los que viajan son los naranjas. Por eso quisieron tener un cariño con sus aficionados, porque no saben si volverán a abrir el Palacio esta temporada. Al concluir el encuentro, todos los jugadores desplegaron una pancarta en la que se podía leer Gracias Riazor, vuestro apoyo nos ha puesto la piel de gallina.