Los penaltis encumbraron a Portugal, que ganó a España en la final del Europeo de Azerbaiyán después de un partido que acabó 1-1 y que se decidió a favor del cuadro luso desde los once metros. En ellos, España tuvo menos fortuna y Manu Morlanes, el único que falló de todos los jugadores que probaron suerte después de nueve lanzamientos, no acertó; y Portugal se llevó un trofeo que no conseguía desde el año 2003.

Portugal, mucho más sólida en el inicio, acorraló al equipo de Santi Denia, que aguantó como pudo las acometidas de un rival que gozó de varias ocasiones antes del gol de Diogo Dalot en el minuto 27. En todas, tuvieron presencia Vinagre y José Gomes. España tuvo la capacidad de no venirse abajo. Con el gol portugués, a falta de casi diez minutos para el descanso. Y en una de esas aproximaciones, Brahim Díaz, en prácticamente la única ocasión clara de España, empató antes del descanso.

En un final sin prórroga, Portugal estuvo más acertada que España y se llevó el premio gordo. Ya suma seis Europeos, solo dos menos que España.