Fueron a aprender y dieron una lección. Porque las niñas del Compañía de María nunca perdieron la sonrisa pese a sus siete derrotas en siete partidos en el Campeonato de España sub 16. Con su saber estar, sus ganas y una ilusión desbordante enamoraron a los organizadores, rivales e incluso a su casero. "Son ejemplares, educadas, luchadoras, valientes, incansables y muchos etcéteras", les escribió el presidente del equipo anfitrión, el Alcañiz. "Estamos enamorados de ellas. Han demostrado que tienen un futuro (cercano) muy prometedor, que sigan así, que mantengan la misma ilusión y esfuerzo que los resultados les llegarán", añadió.

"Estamos muy contentos porque pelearon mucho. Empezaron con miedo por el tamaño de las rivales -con dos y cuatro años más que ellas- y por su juego, pero ya sabían a lo que iban", señala Álvaro Rodríguez, que ya había advertido antes de la competición que el único objetivo de Compañía de María era aprenderCompañía de María. Lo consiguieron, porque se empaparon de la experiencia y volvieron con ganas de que la próxima temporada empiece ya. "Nos llegaron muchos elogios y notamos que los otros equipos las animaban mucho. Les hizo mucha ilusión que se reconociera su esfuerzo", continúa el entrenador. Las niñas incluso se ganaron al dueño de la casa rural donde se hospedaban. Fue a ver dos partidos y la foto del equipo firmada por las jugadoras ya luce en el muro de la fama del hospedaje junto a pilotos de motos y coches.