La pasión por el motor llevó a Luis Miguel Díaz (10 de noviembre de 1978) a dedicar doce años de su vida a su última obra, De carreras por La Coruña, con la intención de rendir un homenaje a los años dorados del automovilismo coruñés. Como resultado, una auténtica enciclopedia histórica para el lector repleta de curiosidades acerca de los rallies y en la que figuras del motor como Eusebio Bonjoch Bing Jock o el mítico Luis Rodríguez Moya -copiloto de Carlos Sainz- son solo algunos de los nombres que aparecen en las cuatrocientas páginas que lo componen. Ante todo una dedicatoria al motor coruñés que no es fruto de la casualidad, y es que el interés de Díaz por los rallies se remonta a sus años de niñez. "Como muchos otros aficionados de esta ciudad mi afición empezó desde pequeño, y al igual que otros jóvenes de mi generación, mi sueño era correr en el Rally de La Coruña", indica Luis Miguel Díaz.

Sin embargo, su sueño terminó demasiado rápido ya que en el 2001 se hizo el último rally en la ciudad. "Aunque resultó una frustración para muchos aficionados, por aquel entonces había empezado a escribir artículos de automovilismo para diferentes publicaciones. Me planteé que si existen libros sobre otros circuitos, ¿por qué no uno sobre el rally de nuestra ciudad con un toque original?", reflexiona Díaz. A partir de ese momento comienza un largo trabajo de investigación que le llevó a encontrarse con una sorpresa inesperada. "Al poco de empezar a documentarme descubrí que el rally coruñés no era solo uno, sino que había muchas carreras que se disputaban en los alrededores de A Coruña", indica. Y añade: "Todavía se celebraban en los años ochenta carreras que pasaban por Novo Mesoiro o subían por la Zapateira pero, que a día de hoy, muchos aficionados al motor coruñeses desconocen".

Una tarea más complicada supuso para Luis Miguel Díaz concretar cuándo tuvo lugar la primera carrera de coches en A Coruña. "Seguramente empezaron desde que en la ciudad hubo dos coches y uno quería correr más que el otro", bromea. Aunque podría ser una buena teoría, lo cierto es que a Díaz le resulta complicado determinar con exactitud cómo empezó el automovilismo en la ciudad herculina. "En un primer momento lo que se celebran son carreras de motos -organizadas por el Moto Club Coruña (1948)-, y progresivamente llegaron los primeros coches", explica Díaz. Veinte años serían necesarios para que en A Coruña se fundase la primera asociación dedicada al automóvil, la Escudería Centollo, por el año 1948. "El primer rally de coches organizado en A Coruña fue el Rally de Primavera que se disputó el 29 de mayo de 1966. Si hablásemos de la primera carrera del Real Automóvil Club de España que pasó por nuestra ciudad se remontaría a principios de la década de los cincuenta", matiza.

Como buen escritor si tuviese que quedarse con un protagonista de su obra lo tendría francamente difícil. "Es muy complicado quedarse con una sola persona porque son muchas las que formaron parte del automovilismo coruñés", reconoce Díaz. Tampoco lo tiene fácil para decantarse por su parte favorita del libro. "De tener que elegir, el capítulo de Otras historias coruñesas, me resulta muy interesante porque es como un cajón de sastre en el que el lector puede disfrutar de una infinidad de datos. Por ejemplo, Antonio Amor, que participó cinco veces en el Dakar, o José Caamaño, el cual logró bastantes éxitos como piloto -su hijo Iago también sigue sus pasos en el automovilismo- a pesar de que mucha gente lo desconoce", revela. Una falta de desconocimiento que a Luis Miguel Díaz le llama particularmente la atención: "Los lectores se sorprenden de que hubiesen rallies que pasasen literalmente por medio de la ciudad. Sitios como la plaza de Portugal o los alrededores del estadio de Riazor eran puntos habituales en los circuitos de aquellos años".

Por último, hay una reflexión obligada que Luis Miguel Díaz no puede eludir. "Lo que realmente me motivó a escribirlo era el hecho de que una historia como la del automovilismo coruñés no se perdiese. Después de todo lo que descubrí en estos años de investigación no podía dejarlo simplemente pasar. Que figuras como Ángel Nieto, siendo ya campeón del mundo, viniesen a competir a Coruña era increíble". Y concluye: "No cabe duda de que en el futuro quedan historias por contar, siempre habrá una segunda parte porque el automovilismo sigue estando muy vivo. Lo único que espero es que a mi no me vuelvan a pillar en otra".