Y el globo, alto, altísimo, cayó a plomo sobre la mismísima línea de fondo para finiquitar el partido. Dieciocho años después de que Arantxa Sánchez Vicario lograra su tercer título, España tiene una nueva campeona en Roland Garros y París ha encontrado a su nueva princesa: Garbiñe Muguruza. La caraqueña de nacimiento conquistaba a sus 22 años el primer grande de su carrera al superar a Serena Williams por 7-5 y 6-4, tomándose de paso la revancha de la derrota sufrida ante la estadounidense en la última final de Wimbledon.

Lejos de dejarse impresionar por el palmarés de la menor de las Williams, que buscaba su vigésimosegundo título en el Gran Slam con el que igualar el récord de la alemana Steffi Graf, o del recuerdo de la final perdida en Londres, Garbiñe afrontó el partido consciente de su fortaleza, exigiéndose y exigiendo a su rival un máximo esfuerzo desde la primera bola.

Consciente de que un juego defensivo sólo conduce al suicidio ante Williams, aceptó el intercambio de mandobles. La estadounidense no tardó en acusar el golpe y cedía el servicio en el quinto juego tras cometer una doble falta. Pero en ninguna parte estaba escrito que el camino fuera a ser sencillo. Recuperaba la igualdad en el octavo juego y cuando todo apuntaba a la necesidad de acudir al desempate para dilucidar la manga Garbiñe encontró una grieta en la que colocar la cuña de su raqueta y resquebrajar la resistencia de la estadounidense, a quien rompía el saque por segunda vez en el undécimo juego.

Tuvo Serena dos bolas para igualar de nuevo el choque, pero ambas las salva la española apoyada en un mangnífico servicio para acabar remontando el juego y llevarse la manga por 7-5. De la igualadad de lo vivido en el primer set dan fe los 41 puntos sumados por Muguruza y los 40 de Williams.

El arranque del segundo acto fue frenético. El impulso de la primera manga llevó a Garbiñe a romper de salida el saque de Serena, ésta lo recuperaba de inmediato... y lo volvía a perder. Muguruza acertó por fin a retener su saque y cobró una renta (3-1) que resultaría definitiva.

Incluso el partido pudo acabar unos minutos antes, cuando con 5-3 en el marcador la española dispuso en el noveno juego de hasta cuatro bolas al resto para ajusticiar a Serena. Se aferró entonces la estadounidense a la pista y logró el 5-4, pero a Mugu no le tembló el pulso a continuación con su saque. En un visto y no visto se puso con 40-0 antes de que superara la subida a la red de su rival con aquel globo, alto, altísimo, que caía a plomo sobre la mismísima cal.

Garbiñe dejó caer la raqueta al suelo y ella misma se dejó caer sobre la arcilla. Acababa de destronar a Serena para convertirse en la nueva princesa de París; la heredera de Arantxa. Llegó a Roland Garros como la cuarta del ranking mundial y hoy aparecerá la segunda tras haber firmado un torneo redondo en el que únicamente cedió un set. Y habiendo dado un paso al frente hacia un futuro sin límites.

Emocionada aún tras su gran conquista, Garbiñe Muguruza señaló a pie de pista que había salido "sin miedo y a morder" ante la mejor jugadora del circuito, Serena Williams.

En la entrevista con Alex Corretja, en Eurosport, Garbiñe comentó que la tensión había desaparecido. "Ahora tiro la casa por la ventana", aseguró radiante de felicidad. "He jugado todos los partidos muy concentrada, y contra la mejor jugadora he salido a morder".

"Las dos tenemos un juego potente y dominante", analizó Garbiñe sobre la final de y su victoria. "La lucha estaba en saber aguantar y hacer menos fallos", puntualizó sobre su victoria ante Serena que impide a la estadounidense empatar con 22 grandes con Steffi Graf.

Sobre su experiencia en la final de Wimbledon que cedió ante la americana, Garbiñe señaló que no solo el recuerdo de aquel partido había ayudado. "Me han ayudado todos los partidos contra ella y sobre todo, no tener miedo. Me entreno y hago todo para estar aquí en las finales, y lo he aprovechado como he podido", dijo.

Garbiñe admitió que en los momentos claves del final del encuentro, los nervios aparecieron. "Me he puesto nerviosa, y a ella le salió en ese momento la experiencia. Para mí esto es increíble", sentenció.