La selección española decepcionó en su último test antes de encarar el gran reto de defender por segunda vez el título europeo, sorprendido por la débil Georgia en un encuentro de dominio sin pegada, en el que solo Andrés Iniesta escapó del reencuentro con la imagen ramplona de antiguos amistosos.

De golpe España perdió el gol y la brillantez en su última cita antes de la Eurocopa. Un encuentro que se perfilaba de poca valía se convirtió en una advertencia para Francia. Ningún rival jugará a la Roja como hizo Georgia, encerrada en su terreno de juego.

España encontró a un rival que no quiso hablar su idioma sobre el césped, con una distancia hasta la portería rival que convertía en utopía incomodar a De Gea pero nadie desaprovecha un regalo y ante la incredulidad de todos, se marcharon al descanso con ventaja en el marcador y la supieron conservar.

Restaban seis minutos para el asueto cuando un desajuste defensivo dejó solo a Jigauri. Optó por asistir y a placer, en posición dudosa, marcaba a puerta vacía Okriashvili. Georgia venía de ser goleada por Eslovaquia y Rumanía. Firmaban no caer con estrépito en Getafe y se encontraban con una realidad distinta. De nada había servido el dominio de la Roja.

Los cambios para el segundo acto revolucionaron a España. Iniesta apareció en escena y se echó a la selección a sus espaldas. Leyó bien el partido, aportando llegada y disparo cada vez que tuvo oportunidad, pero faltó acierto. No era el día y Aduriz sintió lo que en su día otros nueves de la Roja sin ningún protagonismo en el juego.

Rozó el poste en dos intentos seguidos. Iniesta con su derechazo y Nolito, rompiendo desde la izquierda hacia dentro. Georgia renunció a todo. Se encerró y levantó un muro que fue imposible de derribar.

El orgullo empujó a España a intentarlo hasta el final, con más corazón que cabeza, en una noche que no puede dejar contento a ningún jugador y alimenta de dudas la llegada a la Eurocopa como una de las favoritas. Toque con velocidad y disparos sin acierto hasta el final. Más criterio y calidad con Koke al mando, Iniesta y Silva inventando. Perdonó Jordi Alba, rematando en carrera sin controlar ni dejar caer el balón. Nolito probó suerte por bajo y Piqué por alto, pero nada dio resultado.

Estreno para Lucas Vázquez

En el epílogo de la preparación para la Eurocopa, en una bochornosa noche en Getafe, el extremo coruñés del Madrid, Lucas Vázquez, oficializó su estreno con la selección. El amistoso ante Georgia sirvió de pretexto para que el jugador de Curtis se enfundara por vez primera la camiseta roja. En los 60 minutos que estuvo sobre el campo disfrutó de sus combinaciones con Juanfran Torres, activó a Cesc y Thiago Alcántara, acomodados esta noche como interiores; y lanzó a Aduriz en algunas de las jugadas.