Gareth Bale y Hal Robson-Kanu, que anotó el gol del triunfo a nueve minutos del final, firmaron el histórico triunfo ante Eslovaquia de Gales (2-1), que irrumpió con éxito en su estreno en una fase final de una Eurocopa. El conjunto de Chris Coleman, empeñado en alimentar la leyenda del fútbol de este país, no se encontraba en un escenario similar desde 1958, en el Mundial de Suecia, su única aparición anterior en un gran torneo. Fue un duelo de debutantes el vivido en Burdeos pues Eslovaquia asume también su condición de novato.