Los hermanos Brownlee, gloria del triatlón inglés, dominaron la prueba del Mundial disputada ayerr en su casa, en Leeds, donde Alistair ganó por delante de Jonathan y el español Javier Gómez Noya, que se fotografió junto a ellos en el último podio olímpico, el de Londres 2012, acabó en cuarta posición.

Alistair, de 28 años, logró su primer triunfo de 2016 en la segunda prueba del campeonato que disputa este año, tras un testimonial trigésimo sexto en Gold Coast (Australia), donde corrió con un pie tocado. Lo hizo a lo grande, ampliando a veinte su récord de triunfos en pruebas del Mundial y regalándoles a sus vecinos el quinto doblete fraterno con Jonny en las World Series.

Uno de ellos lo firmaron en 2011, en la Casa de Campo de Madrid, un año antes de la histórica carrera en el circuito de Hyde Park, en el que el mayor de los Brownlee hizo sonar el God Save the Queen tras convertirse en campeón olímpico. En una prueba en la que Gómez Noya, flamante Premio Princesa de Asturias del Deporte, ganó la plata y el hermano pequeño inglés capturó el bronce.

La carrera se presentaba con morbo e incógnita, ya que era la primera vez que el trío se volvía a enfrentar desde los Juegos de Londres, la primera de un Mundial desde Kitzbühel (Austria) en 2009. Y tampoco se sabía en qué estado exacto llegaban los tres hombres que desde 2008 se han repartido todos los títulos mundiales: con clara ventaja para el coruñés, único pentacampeón de la historia, frente a los dos títulos de Ali (2009 y 2011) y la corona que capturó Jonathan en 2012.

El desenlace dejó entrever que partirán de nuevo como favoritos en Río, donde también querrán meterse en la pelea otros dos españoles, Mario Mola y Fernando Alarza, que no compitieron en Leeds, pero que siguen al frente del Mundial.

Alistair logró la primera victoria no española del año y ganó sin problemas una prueba cuyo triunfo cimentó, de nuevo, en su calidad y en la táctica de equipo. Cubrió el recorrido, de 1.500 metros a nado, cuarenta kilómetros en bici y diez más de carrera a pie, en un tiempo ganador de una hora, 49 minutos y 27 segundos, 32 menos que su hermano Jonathan, segundo, para mayor alegría del público local, que abarrotó la zona de meta y transición de la prueba de Leeds.

Tercero fue el australiano Aaron Royle, que junto a los anteriores y al francés Aurelien Raphael, conformó el cuarteto escapado en el segmento ciclista. El eslovaco Richard Varga, como era de esperar, había sido el primero en salir del agua y tras la primera transición, tanto Javi como Jonny se quedaron cortados.

Alistair esperó por su hermano menor, cuando éste logró deshacerse, en un repecho, del campeón gallego y de Varga. Ambos intentaron enlazar, siendo el eslovaco un lastre para Gómez Noya, que no logró conectar con la cabeza y desde entonces tuvo que rodar en el pelotón perseguidor, de veinte unidades.

El cuarteto fue abriendo hueco y se bajó a correr con algo más de dos minutos de ventaja. Diferencia insalvable. Y Alistair, que desde que soltó la bici corrió sin problemas hasta meta; y que no ganaba desde que lo hiciese el año pasado, en Londres, celebró una nueva victoria. Y presentó candidatura a revalidar título olímpico en Río.

Lo que no evitó, sin embargo, que Gómez Noya, que también centra toda su temporada en intentar ganar la prueba que arrancará en las aguas de Copacabana el 18 de agosto, le respondiese.

Javi lanzó su particular golpe psicológico, al marcar, de largo, el mejor parcial de la carrera a pie. En la que, obviamente, el mayor de los Brownlee solo tuvo que regular. Pero en la que, no obstante, el ferrolano le endosó 27 segundos. Tras ser el único que bajó de 31 minutos en el diez mil (30:43). El campeón coruñés causó una más que grata impresión y remontó hasta la cuarta plaza.