La victoria de España fue justa. La selección controló el partido en todo momento, con una buena posesión del balón y dominio del juego, ante un rival que se dedicó a defender con muchos jugadores por detrás del balón. El gol tardó en llegar, pero era cuestión de tiempo, ya que el rival comenzó a pagar el cansancio acumulado a lo largo de todo el partido. Tenía las premisas muy claras y lo basó todo en anular el juego de España, sin crear apenas ocasiones de gol, salvo en las jugadas a balón parado y el arreón final, una vez que encajó el gol.

España fue fiel a su estilo, con buen juego interior e incorporaciones por las bandas, y obtuvo una justa recompensa con una victoria que seguro le dará confianza y moral para los próximos partidos. No es fácil jugar ante rivales con esa disposición defensiva y seguro que de haber marcado antes se hubiese visto un partido más abierto.

Además, España estuvo muy bien en defensa, con una gran concentración de toda la línea defensiva, algo que es difícil cuando tu equipo tiene una alta posesión. Apenas concedieron opciones a la República Checa y estuvieron a un gran nivel.

La alineación de la selección fue la esperada por la última trayectoria del equipo y la presencia de De Gea en la portería demuestra la confianza que tiene en él Vicente del Bosque. Estuvo bien y además transmite mucha tranquilidad al equipo.

Creo que España demostró que tiene un buen bloque, con grandes individualidades, una de ellas Iniesta que es un jugador determinante. El campeonato acaba de empezar, pero las sensaciones que deja la selección son buenas después de un buen partido sin apenas errores.