Mireia Belmonte continúa con su preparación para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y en esta ocasión ha comprobado la competitividad y dureza de las aguas abiertas. La nadadora terminó el preolímpico de aguas abiertas, disputado en Setúbal (Portugal), con un ojo morado y un corte en la nariz

Belmonte y Erika Villaécija eran las dos únicas representantes españolas en la competición. La primera se quedó fuera de Río en esta prueba, mientras que la segunda sí consiguió plaza en los 10 kilómetros.

Tras la competición, el novio de Mireia, Javier Hernanz, no se mordió la lengua a la hora de acusar en Twitter a Villaécija, sin mencionarla directamente, de "técnicas antideportivas".

"La competitividad entre dep del mismo país levanta el nivel. Xo utilizar técnicas antideportivas es sancionable", escribió en la red social Hernánz, quien acompañó el comentario de una foto de cómo quedó la cara de Belmonte.

Su novia, en cambio, fue más cauta y y confesó en Instagram que la experiencia le servirá para mejorar. "Por cosas como esta, se le llaman a las agua abiertas el boxeo del agua! Buena experiencia que me sirve para mejorar y ser más fuerte psicológicamente en la piscina", escribió Belmonte.