Alemania, la campeona del mundo, y la Polonia de Robert Lewandowski, dos vecinos cuya historia ha acarreado importantes desavenencias, se enfrentan esta noche en el duelo del que está previsto que salta el primero del grupo C de la Eurocopa de Francia.

Si la geopolítica ha llevado a esos dos colosos del continente europeo a cruzar a menudo sus espadas, el fútbol no lo ha sido menos, con un evidente dominio germano.

Aunque los polacos han ganado solo 4 de los 17 duelos contra los alemanes, los últimos años han demostrado que la distancia entre ambos no es tan grande como las estadísticas pueden aparentar.

En la reciente fase de clasificación para esta Eurocopa cada selección ganó el partido que jugaba en su casa, 2-0 en Varsovia, 3-1 en Fráncfort, aunque finalmente fue Alemania la que acabó como primera de grupo. Ahora disputan una segunda vuelta en la fase previa de la Eurocopa y ambos equipos consideran que tienen opciones de acabar líderes de su liguilla.

El ganador incluso puede obtener ya su billete para octavos en el caso de que los otros dos rivales del grupo, Ucrania e Irlanda del Norte, que juegan tres horas antes, empatan en Lyon.

Los hombres de Joachim Löw saltarán al Estadio de Francia con una doble advertencia: la que los propios polacos les lanzaron en Varsovia y la de Ucrania hace cuatro días en su debut en la Eurocopa.

Así, los campeones del mundo, que buscan encadenar la victoria en el Europeo y convertirse en la primera selección que levanta cuatro veces el título continental, no se toman a la ligera el duelo frente a los blanquirrojos.

Particular será el partido para Lukas Podolski, de origen polaco y que mantiene vínculos familiares en ese país, que no ha parado de alabar las virtudes, sobre todo en el plano ofensivo, de sus rivales de su país de nacimiento antes del partido de esta noche.