Un gol de Griezmann, de cabeza y a la desesperada en el 90, y otro de Payet, seis minutos después, le evitaron el ridículo a una selección francesa caótica, que pasó a octavos pero no encontró hasta entonces la forma de desarmar a la meritoria selección albanesa.

Griezmann, señalado por su propio entrenador como uno de los culpables de los apuros pasados en la jornada inicial, compartió banquillo de inicio con Pogba, para convertirse finalmente, de nuevo en héroe, gracias a un centro de Rami desde la banda que cabeceó en el centro del área libre de marca.

Hasta ese minuto de fortuna, el modesto equipo que dirige el italiano Gianni di Biasi, el 42 del mundo, le sacó los colores a la principal favorita al título.

Sacrificó esta vez Deschamps a Pogba y Griezmann, caídos en desgracia tras el partido ante Rumanía, y también cambió el dibujo. Trató de abrir el campo con Coman y Martial en las bandas y puso como enganche Payet.

Pero sin dinámica de juego, ni creación en el centro del campo, Francia fue un equipo demasiado previsible para poner en aprietos al voluntarioso conjunto albanés.

Payet bajó en demasiadas ocasiones al centro del campo y no logró filtrar más que un pase que desaprovechó dentro del área Martial, demasiado lento. Como el jugador del Manchester estuvo atropellado y Coman inconsistente, todo el plan ofensivo francés consistió en buscar a Giroud por alto.

Al final del primer tiempo, dos cabezazos altos Giroud por todo botín, Deschamps tuvo la sensación de que le había fallado el plan. Dio entrada a Pogba en lugar de Martial, tras el descanso, devolvió a Payet a la banda y Francia, aunque de forma atropellada comenzó a crear peligro.

Pasada la hora sin resultados, Deschamps ya había regresado a su idea original del comienzo del torneo; entró Griezmann y salió Coman. Y, mientras desde la grada reclamaban a un exOlympique, Guignac, un nuevo cabezazo de Giroud se estrellaba enel poste.

Al final, a la desesperada, Deschamps complació a la grada. Guignac, que ha vuelto a la selección desde la Liga mexicana, fue recibido como un héroe, con 13 minutos por delante para arreglar lo que iba camino del desastre.

Pero ni así cambió el panorama. Aunque a empellones, la selección francesa metió a Albania en su área y en el último instante encontró la solución, primero por medio de Griezmann y, en la última jugada con Payet. Goles que evitan el desastre y dan el pase a octavos, pero que no maquillan la falta de juego.