Los incidentes protagonizados por los aficionados turcos en el partido del viernes frente a España y por los croatas ante la República Checa no han quedado sin castigo y la UEFA, como primera medida, ya ha abierto expediente a ambas selecciones. Un primer paso, pues el Comité de Disciplina del máximo organismo continental, presidido de manera provisional por el español Ángel María Villar, estudiará los hechos en una reunión que tendrá lugar mañana, un día antes de que Croacia se mida a España y Turquía lo haga ante la República Checa en la última jornada del grupo D.

Se trata del mismo procedimiento que la UEFA utilizó para sancionar a Rusia tras los incidentes registrados en Marsella en el partido contra Inglaterra del pasado día 11 y que se resolvió con la decisión de mantener bajo amenaza de expulsión a los rusos en caso de que se vuelvan a repetir los incidentes.

En el caso de la Federación croata, el expediente se abrió por lanzamiento de bengalas, incidentes en la grada y comportamiento racista, exactamente los mismos cargos que motivaron la sanción a Rusia, a quien también impuso una multa de 150.000 euros.

Los aficionados croatas lanzaron bengalas al terreno de juego de Saint-Etienne cuando apenas faltaban cinco minutos para que acabara su partido contra la República Checa, lo que obligó a detener el encuentro durante unos seis minutos. Croacia ganaba en esos momentos 2-1 pero Chequia acabó empatando el partido.

Los hechos fueron consignados en el acta oficial por el árbitro, el inglés Mark Clattenburg, y el Comité de Disciplina los examinará, al igual que las imágenes de vídeo registradas por las cámaras para determinar la sanción que finalmente se imponga.

Croacia, además, cuenta con serios antecedentes de índole disciplinaria en los últimos años. La UEFA ya sancionó a su selección con un punto menos en la fase de clasificación y dos partidos a jugar con el estadio sin aficionados tras aparecer una esvástica grabada sobre el césped en un partido ante Noruega.

"A la Federación Croata de Fútbol le gustaría pedir disculpas a los espectadores de Saint-Etienne, a la audiencia de televisión y al equipo nacional de fútbol de la República Checa por el comportamiento de los vándalos que no representan a la afición croata", señaló ayer en un comunicado oficial la Federación croata que preside Davor Suker.

"Me siento como un miserable por culpa de un grupo de vándalos", comentó el barcelonista Ivan Rakitic, en tanto Perisic, autor del primer gol ante los checos, reconocía que "tras los incidentes es como si ya no estuviéramos en el partido. Nos empataron y si dura dos minutos más nos ganan con todo merecimiento".

En el caso de Turquía, la UEFA no consigna comportamiento racista de los ultras turcos, pero añade el cargo de invasión del campo de Niza, que no figura en el expediente abierto a Croacia.

En ese caso, los hechos se produjeron al término del encuentro y no tuvieron incidencia en el desarrollo del partido, que España ganó 3-0, pero sí fueron reflejados en el acta de los oficiales de la UEFA y, al igual que en el caso del expediente a la Federación Croata, serán estudiados conjuntamente con las imágenes de vídeo.

Como ya demostró con Rusia, el Comité de Disciplina se ha mostrado duro con los comportamientos de los ultras en el interior de los estadios, aunque se ha declarado no competente para sancionar los que han tenido lugar en los exteriores, que entran dentro de la jurisdicción del país organizador.

En cualquier caso, también han quedado claros los fallos en los controles de seguridad que se realizan a la entrada de los estadios, donde se requisan botellas de agua y bocadillos pero por los que se han colado bengalas y petardos de gran potencia.