"Tanto nadar para morir en la orilla", debió de pensar la nadadora coruñesa del Liceo Ane de la Fuente. Porque el sábado, tras cinco kilómetros y más de una hora dando brazadas en el lago de Banyoles durante la prueba infantil del Campeonato de España de aguas abiertas, vio como la plata que se había ganado a pulso con su esfuerzo se le escapaba al equivocarse al entrar en la recta de meta, lo que llevó a los jueces a descalificarla.

"Daba lugar a engaños porque las boyas eran pequeñas y se confundían con las de una calle de entrenamientos que había al lado", explica su padre y entrenador Jesús de la Fuente. De hecho, a la experimentada Erika Villaécija, que en Río nadará sus cuartos Juegos, le pasó lo mismo, por lo que la organización cambió las boyas para el día siguiente de competición. Pero la catástrofe para Ane ya no podía arreglarse, que además de la medalla vio escapar la posibilidad de ser seleccionada para el Campeonato de Europa, objetivo por el que llevaba luchando toda la temporada.

"Aún estoy asimilándolo", dice el técnico del equipo de Matogrande. "No reclamamos porque los errores hay que asumirlos. Y aunque no quiero entrar en las decisiones de los seleccionadores, sí me hubiera gustado que valoraran que fue solo un error. Hizo un carrerón, se quedó muy cerca de la primera (María Romero), tiene las mínimas tanto de 1.500 como de 3.000 y ha entrenado mucho durante toda la temporada", añade. "Pase lo que pase no nos vamos a rendir y el año que viene, lo intentaremos de nuevo", concluye. Su otro pupilo, Manu Simón, fue séptimo.