Fue un día duro para la selección española. El equipo de Del Bosque cayó ante una Italia muy práctica y que hizo un gran primer tiempo. España no encontró el sitio en el campo en ningún momento ante un rival atrevido que tuvo orden táctico y que peleó mucho y bien arriba.

Quizás el hombre más sobresaliente fue Pellè, hizo una gran lectura del partido, creó peligro y fue la referencia ofensiva. Con el gol a favor Italia se sintió más cómoda y sabe defender. En la segunda parte cambió un poco el partido, España tuvo más posesión. La lesión de Aduriz y después de no estar Morata fue un handicap. Le faltó ritmo y no consiguió crear ocasiones claras de gol. Contrarrestó bien Italia ahogando a España en el centro del campo. Hemos tenido enfrente a un equipo que se defendió bien, y que salía bien. Cuando se pone por detrás España sufre. Italia ha evolucionado mucho su fútbol, no sólo se basa en el orden, ha tenido arriba criterio, velocidad y jugadores que han sabido leer mejor el partido. Han tenido, además de los goles, ocasiones para meter más. La primera parte ha pesado mucho, el centro del campo no ha encontrado huecos, y tuvo posesiones muy cortas. Es por no se ha sentido cómoda en ningún momento del partido

Fue una pena, ya que la entrada de Lucas Vázquez podía ser un revulsivo, era un jugador llamado a desbordar, pero fue cuando se encontró con la lesión de Aduriz, que ya había sustituido a Morata. Su juego es dar profundidad y poner buenos centros, ya que entró fresco y está en un buen momento. Fue una lástima la lesión de Aduriz, que era el jugador ideal. Abrir por banda, profundidad y que el delantero del Athletic pudiera enganchar algún remate. Esa opción no fue posible. Sí que se tuvo posesión en la segunda mitad de la segunda parte, pero al faltar esa velocidad y profundidad no sirvió para nada.