El Torre es un buen ejemplo de los éxitos que el fútbol femenino puede brindar a un club. En esta última temporada, el Torre A consiguió el ascenso a Primera Regional tras vencer al Pastoriza (2- 0), mientras que el equipo B de fútbol 8 culminó la competición con un doblete de Liga y Copa. Actualmente, el club herculino cuenta con un total de quince equipos en competición y su presidente Antonio Dubra ya tiene en mente la creación de un nuevo combinado femenino tras los buenos resultados obtenidos en la categoría femenina: "Para la próxima campaña vamos a lanzar previsiblemente otro equipo a la Segunda División Autonómica gracias a que las chicas del A consiguieron el ascenso a la Primera División". Y añade: "El Torre B, que es de fútbol 8, va a transformase en una plantilla de once y planteamos la creación de un C siguiendo el mismo proceso o uno de fútbol sala. Todo dependerá de si habrá o no liga local".

Todo un reto para un club que tiene 87 años de historia y que se erige como uno de los más antiguos de la ciudad. A pesar de que a principios del año 2000 sufrió una grave crisis que provocó que viese mermados sus equipos, poco después empezó un regeneración capitaneada en la presidencia por Antonio Dubra. "La idea de fundar un equipo femenino la teníamos clara desde hace tiempo, aunque por dificultades fue retrasándose hasta que hace cuatro años se convirtió en una realidad", explica el presidente coruñés. Desde entonces, el interés generado fue imparable. "La creación del equipo A fue una aventura arriesgada porque se empezó con las chicas justas, en la Liga de fútbol 8 de la zona de Ferrol, y al mes ya teníamos unas 30. Ahora mismo son en torno a cincuenta y las más pequeñas de fútbol 8 compiten con niños para darles posteriormente salida dentro de los equipos en categorías superiores", explica Dubra.

Paso a paso, el Torre A fue demostrando que no era un equipo más y esta temporada recibió una merecida recompensa. "Nosotros asumimos los retos, empezamos con las chicas justas y sufrimos muchas palizas, sobre todo en los primeros partidos, pero se siguió trabajando hasta alcanzar el ascenso a la Primera División Regional", indica el presidente. La jornada clave para las arlequinas fue el encuentro contra el Victoria, hasta ese momento invicto y uno de los equipos de la liga con mayor porcentaje goleador, que superaron por un resultado de 0-2. En la última jornada de liga tan solo les quedó cerrar el ascenso matemático contra el Pastoriza, un partido en el que a pesar de los nervios alcanzaron la victoria. Las jugadoras del equipo de fútbol 8 también vivieron su momento más dulce con un doblete en la misma temporada al alzarse con el título de Liga, en un campeonato local cuyo futuro todavía es incierto, y que redondearon con la Copa en una final en la que superaron al Silva.

Buena parte de la culpa de esta temporada dorada es fruto del trabajo de un gran grupo de personas. Así lo entiende Antonio Dubra: "En este proyecto ambicioso pudimos contar con la colaboración de mucha gente altruista que ha ayudado a cuajarlo como es su coordinador, Manuel Gómez, y también me gustaría destacar el trabajo de nuestros entrenadores Toño, del Torre A, así como Diego y Alfonso, del equipo B". Es por ello que para su presidente los objetivos que se marcan deben ser exigentes: " Los objetivos marcados para la temporada 2016-17 son para el primer equipo la consolidación en Primera División de nuestro equipo A y en el segundo año el intento de estar arriba para dar el salto a la Liga Nacional". Y concluye: "Espero que el equipo B, que va a estrenarse previsiblemente en Segunda División, logre un buen papel y, sobre todo, que la creación de un tercer equipo sea posible y que sirva de cantera para las categorías superiores". Una ardua tarea para un club que trata de escribir las primeras páginas de la historia del fútbol femenino coruñés.