Nunca antes una gimnasta que entrena en Galicia había conseguido subirse al podio de un Campeonato de España en un nivel de vía olímpica (del cinco al diez). Pero Rocío Amor, del Clube Ximnasia Tempo, acabó de un golpe con ello. Porque se colgó tres medallas en Guadalajara, con el oro en paralelas, el bronce en barra y el bronce en suelo para proclamarse campeona de España del nivel 5. Con once años, la pequeña promesa coruñesa se confirma como uno de los mayores talentos del país ya que el año pasado ya había sido la mejor del nivel 4. No fue el único éxito del Tempo en la jornada del viernes. Paula López fue plata en suelo del nivel 4 pequeñas y su buena actuación en el resto le valió el subcampeonato en la general. A la vez, fue un día agridulce porque María Míguez, favorita al oro en el nivel 8, se lesionó en el primer ejercicio la rodilla. Continuó con dolor, fue cuarta en tres aparatos, pero en suelo tuvo que abandonar cuando todavía optaba a la general.

"La alegría de Rocío y Paula fue increíble, pero lo de María fue tan amargo y tan injusto...", recuerda Fon García, uno de los entrenadores del equipo coruñés. "Lesionarse en el primer aparato supuso un disgusto enorme y tuvo que pelear contra eso y contra el dolor para seguir compitiendo. Demostró una gran madurez porque además fue ella la que decidió que no podía seguir en el calentamiento para el suelo", añade. Sobre la gesta de Rocío Amor analiza que su pupila hizo una "competición espectacular". "Es una niña bastante tranquila, que no se fija en lo que hacen las demás ni en las notas que saca y de qué va clasificada. Se centró en lo suyo y le fue bien", dice. "Había un nivel muy alto y le dijimos que tenía que da un punto más de sí misma, sacar la parte artística y demostrar presencia en competición. Ella respondió haciendo un salto mejor de lo normal, un suelo y una barra muy buenos y unas paralelas perfectas".

Pero García, al igual que el resto del cuerpo técnico del Tempo, insiste en su idea de que lo que buscan no son resultados. "Rocío podía haber fallado y no sería una peor gimnasta ni su temporada hubiese sido peor. Es un premio por su trabajo", subraya. "Igual que María. Ella se merece el reconocimiento de ser campeona de España de nivel ocho. Hace unas semanas compitió en Pozuelo y la nota que sacó le hubiese valido para ser campeona con un margen de dos puntos", apunta. Por eso ya piensa en 2017. Más y mejor.