Zinedine Zidane, entrenador del Madrid, dirigió ayer su segundo entrenamiento en Montreal y aumentó la intensidad del trabajo de sus jugadores, que completaron una sesión con exigentes circuitos físicos que les sirvieron para dar un paso adelante en su preparación veraniega.

Si el lunes el técnico francés preparó un entrenamiento más suave por la cercanía del viaje de 5.800 kilómetros que tuvo que completar la expedición blanca para llegar a Canadá, 24 horas después no tuvo piedad y aumentó el nivel para cargar de más trabajo a sus hombres. Los jugadores tuvieron pocos momentos para darse un respiro durante la sesión.