Un paso más cerca de las medallas. Incluso de su ansiado oro. Carlos Arévalo se impuso ayer en su serie de semifinales para alcanzar la final de K1 200 metros en el Campeonato del Mundo sub 23 que termina hoy en Minsk (Bielorrusia). A las 10.15 horas, y en poco más de medio minuto, el palista del Ría de Betanzos, de 23 años, se juega el objetivo de la temporada. En las calles centrales irán los tres favoritos, los que a priori se repartirán los tres puestos del podio. En la cinco, el coruñés. A su lado, el húngaro Balasz Birkas y en la tres, el alemán Max Lemke. En las series eliminatorias del viernes el más rápido fue Arévalo. Ayer, el magiar por delante del teutón y el español. El pulso de hoy será el definitivo.

El betanceiro disputó la tercera de las cuatro semifinales. Antes que él salió Birkas, que se impuso en la primera con 36.185; y después Lemke, que ganó la segunda con un crono de 36.561. El de Arévalo fue un poco más lento, 36.713, lejos de los 35.133 que, pese a una mala salida, le habían servido para ser el más rápido de todos los participantes en las eliminatorias del pasado viernes. Los tres favoritos llevan dos de dos victorias. Hoy la final declinará la balanza a favor de uno de ellos. El resto de participantes en la final serán el lituano Arturas Seja, el finlandés Niklas Vettanen, el letón Roberts Akmens, el sueco Joel Elenius, el bielorruso Dzmitry Tratsiakou y el ruso Oleg Gusev. El coruñés podría sumar hoy su segunda medalla mundial, ya que ya se proclamó en su día subcampeón de la categoría juvenil. Tiene además dos broces europeos sub 23.

El equipo español desplazado a Minsk logró ayer la primera medalla. Las gallegas Camila Morison y Natalia García, la asturiana Sara Ouzande y la guipuzcoana Begoña Lazkano hicieron historia en la categoría femenina al conquistar la medalla de plata en el K4 500, quedándose a sólo un segundo del barco alemán, que revalidó el título logrado en 2015 en Portugal.