"Una temporada muy dura que acaba un poco bien", define Carlos Arévalo (Betanzos, 1993) su paso por 2016. El coruñés se colgó ayer en Minsk el bronce en el Campeonato del Mundo sub 23 en K1 200 metros, una medalla que no borra las lágrimas de haberse quedado fuera de los Juegos Olímpicos de Río, pero sí que supone la confirmación de todo su talento. Solo el húngaro Balazs Birkas (35,278 segundos) fue claramente superior al resto de los finalistas y el del Ría de Betanzos se jugó el podio con el ruso Oleg Gusev, que se coló en la segunda posición desde una calle exterior con 35,986 por los 36,126 de Carlos Arévalo.

-¿Cómo fue la final?

-Después de las malas sensaciones que tuve en la salida tanto en las eliminatorias como en las semifinales, mejoré en la final. Di todo lo que podía, sobre todo teniendo en cuenta en las condiciones que he entrenado este último mes, y estoy muy contento.

-¿Le queda la espina de que se le colara el ruso, al que ya había batido en las eliminatorias?

-Me hubiese gustado ganar, siempre te queda esa rabia. Y también de que se me metiera el ruso por delante por tan poco. Pero es lo que tiene un 200. Una palada mal dada te pone delante o detrás, se juega todo en milésimas.

-¿Objetivo cumplido con la medalla, aunque sea el bronce?

-La medalla era el objetivo principal. También luchar por ganar, pero eso estaba más difícil. Había que remar mucho. Con la medalla estoy muy, muy contento.

-¿Qué supone esta medalla?

-Después de haberme quedado fuera -del K2 y de los Juegos Olímpicos- y tener el bajón que tuve, después de volver para casa, seguir entrenando con el apoyo de toda la gente que me rodea en Betanzos, llegar al Mundial sub 23 y ganar medalla... esto es muy importante para mí.

-¿Cómo definiría esta temporada que acaba?

-Una temporada muy dura que acaba un poco bien.

-De lo malo también se aprende. ¿Qué conclusiones saca?

-Que las cosas no se regalan jamás, que hay que luchar mucho por todo, porque es muy caro. Si quieres algo no tienes que dar el cien por cien por conseguirlo, sino el ciento diez. Y que a veces también influye la suerte, y mucho, y no todo es controlable.

-¿Sabe algo de su futuro?

-Ahora, de momento vacaciones. Hasta que me vuelvan a llamar para concentrarme para el año que viene. Nos plantearemos nuevos objetivos porque está todo en el aire con las nuevas distancias y barcos y a ver cómo queda todo.

-¿Vuelve a casa?

-Ahora hay que aprovechar para estar en casa y disfrutar de las fiestas de Betanzos.

-Está de moda que los deportistas sean pregoneros. ¿Le gustaría que le llamaran?

-Estaría bien. Sofía Toro va a ser la pregonera en A Coruña así que a mí también me gustaría hacerlo en Betanzos. Me gusta hablar.

-¿Seguirá los Juegos Olímpicos por televisión?

-Claro, hay que ver los Juegos. Quería estar allí, pero ahora hay que verlos por la televisión para animar a los compañeros, que seguro que sacan alguna medalla. Siempre apoyándoles.

-¿Cuántas medallas pronostica para el piragüismo español?

-Apuesto por medalla para Saúl Craviotto tanto en el K1 como en el K2 200 -con su excompañero Cristian Toro-; en C1 200 -Sete Benavides- y en K4 1.000 -con sus compañeros del Ría de Betanzos Rodrigo Germade y Óscar Carrera-. Va a haber unas cuantas. También Teresa Portela tiene muchas posibilidades, es muy probable que esté ahí.