Óscar Carrera Amandi (Tui, 1991) es uno de los palistas del K-4 1.000 metros que el 20 de agosto tiene una cita histórica en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, si consigue meter la cabeza en la final. Muchos años después, España vuelve a contar con un representante en esta modalidad, calificada de muy técnica y una de las más importantes del piragüismo. Campeón del mundo, subcampeón de Europa sub 23, ganador de pruebas en varias competiciones, Óscar Carrera lleva en el piragüismo desde los doce años. Mide 1,90 y ocupará la posición de tres en la embarcación.

-El año pasado, en el Mundial de Milán, logró el pasaporte olímpico. ¿Se cumplirá ahora uno de sus grandes desafíos deportivos?

-Por supuesto. Es algo que todos los deportistas tenemos en la cabeza, sobre todo los que estamos en la alta competición. No fue fácil el camino, pero es cierto que se cumple uno de mis grandes retos. Pero también ha sido mérito de mis compañeros.

-¿Qué se hubiera conseguido la plaza olímpica hace un año les ha facilitado las cosas?

-Es bueno tener la plaza olímpica con tanta antelación. Te quitas mucha presión. Pero hay que seguir trabajando duro y fuerte. No podemos quedarnos quietos. Llegar en las mejores condiciones es ahora mismo lo prioritario y eso no se logra de un día para otro.

-¿Cómo se encuentra el equipo en cuanto a la preparación?

-Vamos cumpliendo etapas. Sabemos lo que debemos hacer y estamos en ello. Esto es un ciclo bastante largo.

-Los días 19 y 20 de agosto se disputan las regatas. ¿Sueña con una medalla?

-Todos soñamos con una medalla, pero son muy caras y cuesta mucho conseguirlas. No es fácil. Puedo decir que todos tenemos buenas sensaciones y eso nos transmite tranquilidad y también optimismo de cara a la cita.

-En la Copa del Mundo, hace dos meses, su barco se quedó en la final B, es decir, el décimo del Mundo. ¿Este resultado puede llevar a la preocupación?

-No. En absoluto. En aquella época llevábamos poco tiempo entrenando juntos en el K-4. Era casi nuestra primera competición en este año. Es cierto que no fuimos a la final A, pero las sensaciones de todos fueron muy buenas. Eso fue muy importante. Después iniciamos otro proceso.

-Y en ese proceso de entrenamientos se incluyó una concentración en Laias (Ourense). Para usted, y también Rodrigo Germade, sería muy positivo estar cerca de casa. ¿Esto también es un estímulo?

-Estar cerca de casa, cuando la mayor parte del año estamos en concentraciones en Madrid o Sevilla, siempre es un alivio. Lo digo por experiencia personal. La federación decidió acudir aquí por las buenas condiciones para entrenar y por la tranquilidad. En Portugal, por ejemplo, hay quince países preparando los Juegos Olímpicos. Mucha gente y ruido. Aquí estamos solos y no tenemos que preocuparnos de nada.

-Queda poco para afrontar los días decisivos. ¿A qué nivel de preparación se encuentran?

-Digamos que cerca de nuestro mejor nivel. Pero todavía nos queda un poquito. Creo que es importante llegar en las mejores condiciones a la cita olímpica. Ese es el gran reto. Seguimos un programa de preparación muy intenso y diseñado al milímetro. Lo estamos cumpliendo.

-Se habla mucho del K-4 español y sus referencias históricas. Hace veinte años que España no tenía representación en esta distancia y modalidad. ¿Siente presión por esto?

-No afecta el pasado. Hay que vivir el presente. Sería interesante mejorar el resultado de aquellos deportistas para escribir una página más en la historia. Pero no hay ninguna presión. Todo lo contrario. También es un estímulo el poder superarles.

-¿Hay algún detalle que se pueda considerar importante para conseguir el objetivo de la medalla olímpica?

-Los detalles cuentan y son importantes. Pero lo más valioso es que los cuatro formamos un equipo como si fuéramos uno. Vamos muy compenetrados y eso es fundamental.

-¿Ya sabe cuáles serán sus principales adversarios?

-Hay muchos países con barcos muy potentes. República Checa, Alemania, Hungría o Australia, por poner algunos ejemplos. Casi todos estamos en el mismo tiempo. Serán regatas muy igualadas donde no hay que cometer errores.

-¿No ganar una medalla sería un fracaso?

-No puedo responder a eso, sinceramente. Estamos trabajando para conseguir el objetivo, pero luego hay que competir. Vamos a darlo todo para lograr estar entre los tres primeros, pero no es sencillo. El resultado se verá al final. La palabra fracaso me parece muy fuerte.

-¿Les han dicho como es el campo de regatas?

-Algo sabemos, pero siempre es recomendable verlo allí. Nos han comentado que tiene muchas algas, pero supongo que lo solucionarán. También que sopla mucho el viento lateral. Por lo tanto, habrá que tener cuidado en estar en la mejor calle posible.

-¿Usted qué aportará?

-La resistencia. Cada uno aporta lo mejor que tiene y puede. Íñigo es el que lleva el ritmo, Rodrigo es la potencia y Javier el que piensa. Somos un bloque compacto cada uno con una función, pero como un equipo sólido.