Campeón de Europa sub 23 en el año 2014, Víctor Castro se enfrenta a las dificultades que supone seguir en la elite de la halterofilia nacional y mundial desde A Coruña, entrenando en su club de siempre y con su descubridor, el húngaro Ferenc Szabo. Las lesiones han sido siempre un lastre, pero este año se encontraba bien antes de disputar el Mundial y finalmente no pudo rendir al máximo. Con tres españoles por delante de él en el ranking, sobre todo David Sánchez, en su mismo peso corporal, tenía difícil cumplir el sueño olímpico y se quedó como primer reserva.