La ceremonia inaugural de los Juegos de esta noche presentará ante más de 2.500 millones de espectadores de todo el mundo las principales señas de identidad de los Juegos Olímpicos, lo que los convierte en la más importante cita deportiva del mundo. Ofrecerá una mezcla de atractivo espectáculo audiovisual producido de forma impecable para televisión, junto con elementos de protocolo y, sobre todo, la implacable fuerza de sus elementos rituales y simbólicos. Y es que los públicos de las sociedades postmodernas, cada vez más huérfanas de lo ritual, agradecen también la presencia del rito, que dota de profundidad y gran plasticidad al espectáculo televisivo. Así, en uno de los momentos álgidos de esta gran fiesta, la llama olímpica entrará en Maracaná para encender el pebetero del estadio, que permanecerá así hasta la ceremonia de clausura. Será el final del recorrido de una antorcha que el pasado 21 de abril se encendió en la antigua Olimpia (Grecia). Esta llama une simbólicamente los Juegos de la antigüedad, celebrados en Olimpia durante casi doce siglos, con los Juegos Olímpicos modernos, recuperados por Pierre de Coubertin a partir del Congreso de la Sorbona en París en junio de 1894.

La ceremonia de apertura, que esta noche verán los espectadores de todo el mundo, constará de cuatro partes principales. Una parte de espectáculo, elementos de entretenimiento que simbolizan el pasado y el presente de la ciudad organizadora. Son elementos de autorrepresentación de la sociedad anfitriona que la proyectan. Otro apartado importante es el protocolo: los discursos institucionales. En tercer lugar, un componente clave son los símbolos y rituales olímpicos: Himno Olímpico, izado de la bandera y encendido del pebetero que permanecerá iluminado durante los Juegos. Por último, las ceremonias incluyen el desfile de los deportistas, la parte de mayor duración. En total, la ceremonia inaugural se prolongará por más de tres horas y media.

La de esta noche en Río será una ceremonia mucho menos costosa que la de la inauguración de los Juegos de Londres en 2012, pero no estará exenta de elementos de emoción y color e incluso de algunas aplicaciones tecnológicas de última generación. Sin lugar a dudas, la mejor forma de ver la ceremonia será a través de televisión. Más de 35 cámaras situadas estratégicamente en diferentes puntos del estadio, al menos dos helicópteros y varios drones ofrecerán lo mejor de lo que ocurra en el estadio. Olympic Broadcasting Services, entidad dependiente del Comité Olímpico Internacional, ofrecerá la señal internacional de las ceremonias, común a todas las televisiones que han comprado los derechos de retransmisión, aunque las televisiones tienen la oportunidad de situar varias cámaras en el estadio para personalizar las imágenes, en particular el desfile de deportistas durante la ceremonia. En esta sofisticada retransmisión televisiva nada se deja a la improvisación. Desde hace un mes, equipos de Olympic Broadcasting Services llevan realizando ensayos de la ceremonia. Primero con los realizadores y siete cámaras, pero desde hace unos diez días con todos los equipos necesarios para crear una retransmisión con toda la riqueza plástica de la ceremonia. Antes del espectáculo de hoy se han realizado tres ensayos generales, el último hace tres días con público y todos los elementos escenográficos, personales y materiales en el que se han introducido a buen seguro algún cambio que redundará en un éxito total de público y que marcará el comienzo de 16 días de pruebas deportivas, emoción y récords, en los que el deporte será el único protagonista.