Irrumpió en la natación mundial en 2013, para el Mundial de Barcelona, y desde entonces no ha hecho más que crecer en la piscina pese a sus reducidas dimensiones fuera de ella. Medallista europea y mundial, tiene en Río 2016, sus primeros Juegos Olímpicos, duras rivales en su prueba reina, los 200 braza. Su cabeza fría para saber leer la táctica de la carrera y su ambición son sus principales armas para intentar luchar por la medalla, pero su simple presencia en la final ya sería un premio para una nadadora que compagina trabajo y entrenamientos. En el hectómetro tiene menos posibilidades, pero le pueden servir como un buen test para el 200. Si está rápida en 100 se presume un gran 200 porque es una gran dobladora en la distancia.