La policía de Kenia detuvo al entrenador del equipo olímpico de atletismo que fue expulsado de los Juegos de Río de Janeiro, para iniciar una investigación ante un supuesto negocio lucrativo a cambio de advertir a los atletas sobre las pruebas de dopaje.

Michael Rotich negó las acusaciones publicadas por el diario británico Sunday, que dijo que había sido filmado por un equipo encubierto de periodistas que se hicieron pasar por representantes de atletas.

El equipo de Kenia lo envió a casa y Rotich fue detenido el martes en el aeropuerto internacional Jomo Kanyatta de Nairobi cuando llegó procedente de Brasil. Fue llevado a los tribunales.

El entrenador no ha sido acusado pero la policía de Kenia pidió que permanezca detenido siete días mientras investiga a fondo. Está previsto que se presente en los tribunales otra vez el miércoles.

"Se sospecha que el demandado ha cometido varios delitos en contra de las leyes antidopaje", dijo Kirimi Muguna, un oficial de policía adjunto de la Unidad Antinarcóticos.

Kenia, un país con un historial de excelentes corredores de media y larga distancia, tuvo más de 40 casos de dopaje en los últimos cuatro años. Su lucha por convencer a las autoridades de que está tomando el asunto en serio amenazó su participación en los Juegos de Río. Rotich es investigado también por las autoridades antidopaje.

"Nos gustaría asegurar a nuestros atletas y a los kenianos que estas acusaciones son realmente graves y no escatimaremos esfuerzos en asegurar que cualquier individuo asociado al dopaje enfrente a la justicia", dijo la Agencia Antidopaje de Kenia.