Hosszu va camino de ser la reina del campeonato. Dos de dos (anoche pudo sumar el tres de tres, pues con el permiso de la británica Siobahn-Marie O'Connor era la gran favorita del 200 estilos), con el oro de 100 espalda que unió al que ya había conseguido en la jornada inaugural en 400 estilos. La magiar se está quitando la espina en los que son sus cuartos Juegos Olímpicos. Hasta el momento no había conseguido ninguna medalla. Se impuso a la americana Kathleen Baker, una nadadora que convive con una enfermedad de Krohn, y a la china Yuanhui Fu y a la canadiense Kylie Masse, que compartieron el bronce.

En categoría masculina, sorpresa relativa del joven Ryan Murphy, que mantuvo el idilio de Estados Unidos con esta prueba, con un campeón siempre de este país. Murphy se postuló como el heredero de Aaron Peirsol e incluso se quedó a tres centésimas de batir su récord de mundo, nadando por segunda vez en la historia por debajo de los 52 segundos. Lo que sí registró fue una nueva plusmarca olímpica para ganar por delante del chino Jiayu Xu y su compatriota David Plummer.