El gobierno turco ha emitido una orden de arresto sobre el exfutbolista internacional Hakan Sukur, acusado de "ser miembro de un grupo terrorista armado", ordenando además el embargo de sus activos como parte de la investigación sobre el fallido golpe de estado que tuvo lugar el pasado mes de julio en el país otomano.

Los fiscales acusaron al exdelantero de formar parte de "un grupo terrorista armado", en referencia a la organización que sigue la ideología del clérigo musulmán Fetullah Gulen, que sin embargo niega estas acusaciones desde su alojamiento en Estados Unidos.

Después de su carrera futbolística, Sukur se adentró en política y en 2011 llegó al parlamento turco. No obstante, se vio obligado a dimitir en 2013 a causa de una investigación sobre corrupción que tuvo como objetivo al presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, y a su círculo más cercano.

El padre del jugador, Sermet Sukur, fue detenido este viernes en la provincia de Sakarya, como informó la Agencia Anadolu de Turquía, y Hakan Sukur es ahora el hombre buscado después de que un tribunal ordenara la detención de ambos el pasado jueves.

En la actualidad, Sukur reside en EEUU y figura en la lista de 350 personas señaladas por las autoridades turcas como posibles terroristas. Ya el pasado mes de junio, el campeón de la UEFA en el año 2000 se enfrentó a un juicio por insultar al presidente turco que aún no ha tenido resolución.

En su momento, el exdeportista negó que su traslado a Norteamérica tuviera relación con su huida por las acusaciones de injurias, aunque por ahora no se ha pronunciado acerca de su orden de detención.

Pese a haberse retirado de la práctica deportiva en el año 2008, Sukur se mantiene en lo más alto de la clasificación de goleadores de la selección otomana con 51 dianas en 112 partidos, siendo también uno de los jugadores más relevantes en su país por haber sido una pieza clave en el combinado que finalizó el Mundial 2002 en tercera posición.