Aplomo y experiencia son las cualidades que definen al regatista coruñés Miguel Fernández Vasco que, a sus 32 años, puede presumir de un palmarés en el que cuenta con ocho Copas de España y dos títulos nacionales en clase finn, además de varios podios en aguas españolas. El último, un subcampeonato en el Campeonato de España de clase finn que se celebró en la bahía coruñesa como parte de la Semana Náutica que el R.C.N. de A Coruña celebra en la ciudad desde hace dieciséis años.

Un resultado que a priori, Miguel Fernández contemplaba: "Era lo que se esperaba después de todo lo que he conseguido a lo largo de estos años. Me hubiese gustado quedar primero, pero bueno, a veces hay que conformarse con un segundo puesto", explica. El que también cumplió los pronósticos fue Pablo Guitián, favorito indiscutible al título. "Esta edición fue una de las que presentó mayor nivel de los últimos 20 años. Contó con representantes de Hungría, Irlanda, Francia y Portugal que a pesar de no competir por el título nacional, hacían complicado el hecho de poder estar a la cabeza. Pero el rival más fuerte, sin duda, era Pablo", indica el corunés.

Un sueño olímpico frustrado

Miguel Fernández, al igual que el favorito a representar en los Juegos a la clase finn, Pablo Guitián, buscó durante meses un pasaporte olímpico para esta modalidad que nunca llegó. Los mundiales de Santander y Takapuna, así como el Trofeo Princesa Sofía de Palma de Mallorca vieron como los representantes nacionales se quedaban por muy poco sin billete olímpico.

El coruñés participó en las pruebas de Santander, en la que fue 76º y se competía por diez plazas olímpicas, y en Palma de Mallorca, donde a pesar de estar entre los mejores españoles clasificados, su 50º posición alejaba toda posibilidad de lograr uno de sus últimos sueños profesionales. "Ahora tengo 32 años, y para los de Tokio tendría 36, por lo que no me planteo volver a intentarlo. Los juveniles vienen pisando fuerte y si no llegué, no voy a llegar en cuatro años porque el camino es muy largo".

Mayores alegrías le ha dado a Miguel Fernández la Copa de España, con un palmarés de 8 títulos, que obtuvo de forma consecutiva entre los años 2008 y 2011 -intercaladas con dos títulos de campeón de España en 2010 y 2011-, y desde el 2013 hasta la última edición que se disputó esta temporada. "No sabría explicar porqué obtengo tan buenos resultados. Supongo que es la pasión por esta clase, y quizá también la constancia. Otros regatistas han estado con idas y venidas a la clase finn y eso puedo que me beneficiase", se sincera Miguel Fernández.

Y es que desde que empezó a dar sus primeros pasos en el R.C.N. de La Coruña en la clase optimist como todo buen principiante en esta disciplina, el regatista coruñés lleva once años consagrados a una clase de vela que considera su gran pasión: "He probado otras categorías, como la láser durante mi juventud, pero la finn me llamaba mucho la atención y me atraía la idea de dar el salto", recuerda el coruñés.

Ahora que echa la vista atrás, Fernández se muestra positivo por el futuro de la vela local. "Practico un deporte minoritario y que poco a poco adquiere mayor aceptación. En las instalaciones del náutico empezamos dos personas, Antonio Parra-- campeón de España de máster en la bahía coruñesa- y yo. Pero a día de hoy hay seis embarcaciones. De aquí han salido deportistas de la talla de Sofía Toro y me gustaría que saliesen muchas más", reflexiona Miguel Fernández. Y concluye: "La vela gallega goza de buena salud, como demostró en la Semana Náutica Álvaro Sobral, y las nuevas generaciones vienen pisando fuerte".