La colombiana Caterine Ibargüen saltó 15,17 metros en su cuarto intento para ganar por fin la medalla de oro en la final de triple salto de los Juegos Olímpicos.

Ibargüen fue escoltada por la venezolana Yulimar Rojas, quien saltó 14,98 y se llevó la presea de plata delante de la kazaja Olga Ripakova (14,74).

Con solo una derrota desde los Juegos de Londres 2012, Caterine salió con el sello de favorita y después de un registro de 14,65, el segundo mejor de la ronda inicial, en la segunda marcó un 15,03 con el que igual hubiera asegurado la medalla de oro.

La estrella naciente del atletismo venezolano, Yulimar Rojas, confirmó estar ya madura como triplista a pesar de sus 20 años y en su tercer salto llegó a 14,87 sin dar muestras de una molestia física sufrida en la semifinal.

El duelo entre las sudamericanas quedó planteado mientras una desconsolada Ripakova lamentaba una y otra vez no poder superarse a sí misma.