Neymar, de vuelta a su dimensión superlativa, guió ayer el camino de la selección brasileña a la final por el oro olímpico de los Juegos de Río de Janeiro con un gol a los 14 segundos, récord en la historia del certamen, y una influencia absoluta en la goleada por 6-0 a Honduras en el estadio Maracaná. El tanto, que supera al de la canadiense Janine Beckie marcado el 3 de agosto pasado a Australia a los 19 segundos, se produjo cuando el jugador del Barcelona robó el balón al zaguero Johnny Palacios al borde del área de la selección bicolor. La selección brasileña se cita en la final con Alemania, que apeó en semifinales a Nigeria (0-2).