España dio un golpe sobre el monótono tablero de la gimnasia rítmica al superar a Rusia, ganador siempre desde el año 2000, en la ronda previa de los Juegos de Río, un aviso para la final de hoy y una nueva opción de medalla que se abre para el equipo español.

Con dos ejercicios sobresalientes, el de cintas con música brasileña y el mixto con ritmos flamencos, las españolas sumaron unos 35,749 puntos inalcanzables para Rusia, que perdió el control de un aro en su presentación y no pudo mantener el liderato de la rotación inicial.

Rusia se quedó en 35,516. Completaron la relación de conjuntos clasificados para la final Bielorrusia (35,433), Italia (35,349), Japón (35,149), Israel (34,883), Bulgaria (34,182) y Ucrania (33,816). Todos los conjuntos partirán de cero en la lucha por las medallas.

Alejandra Quereda, Lourdes Mohedano, Artemi Gavezou, Sandra Aguilar y Elena López salieron a la Arena Carioca en estado de gracia y debutaron en los Juegos con la mejor presentación de su ejercicio de cintas que han hecho en meses.

Todo se puso a favor de las pupilas de Anna Baranova y Sara Bayón: resolvieron los cinco grandes intercambios de aparatos sin dificultad y sin desplazamientos extras, la batucada que acompaña su composición encendió al público y las chicas se crecieron y arroparon su técnica con alegría y energía.

"¡Toma!", se leyó en los labios de la seleccionadora Baranova cuando concluyeron la presentación. 17,783 puntos y verse solo por detrás de Rusia premiaron su buen hacer.

En la segunda rotación España mostró la misma seguridad con los aros y las mazas. Un 9 en dificultad que hizo justicia a la complejidad de la composición les permitió sumar 17,966 puntos en el mixto y un 35,749 como nota final. La barrera rusa estaba derribada.

Rusia, siempre en el podio desde que la gimnasia de conjuntos es olímpica (1996, cuando ganó España) y medalla de oro en todos los Juegos desde Sydney 2000, ya mostró con las cintas más dudas de las habituales en el comienzo de la jornada clasificatoria.

Menos precisas que en otras ocasiones, necesitadas de alguna carrera de más para evitar la pérdida del aparato, se fueron no obstante hasta los 18,283 puntos. Pero en el mixto un error con el aro les costó caro: el sexto puesto en esta modalidad y verse en una segunda posición total a la que sus gimnastas no están acostumbradas. Su reacción ahora ante la final es un misterio. Anastasia Bliznyuk es la única que repite en el equipo respecto al que ganó en Londres 2012.

Bielorrusia, plata en Londres, no logró esconder varios pasos de más con las cintas, sin poder con el más difícil todavía que intentan, pero en el mixto respondieron con una original composición y un dominio de los aparatos para acabar en la tercera plaza.