El Madrid inició la Liga con un triunfo sencillo y amplio en Anoeta, allanado con el gol antes de cumplirse el segundo minuto de Bale, que cumplió con su tradición de marcar en este estadio.

Muchos aficionados no habían llegado a sus asientos cuando se produjo el primer tanto del Madrid, en un centro de Carvajal que Bale, fiel a su cita con el gol en Anoeta como en las tres temporadas anteriores, convirtió en el 0-1.

El conjunto madridista se encontró muy cómodo sobre la nueva alfombra del césped renovado de Anoeta, mientras que el conjunto donostiarra no hilaba una acción de peligro y estuvo a punto de encajar el segundo en una jugada individual de Morata, abortada en el último momento por la zaga local.

El Madrid quería acabar con el partido por la vía rápida y en cada uno de sus ataques asustaba a una grada que temía la llegada del segundo, cerca de producirse en el minuto 20 con un gran tiro desde fuera del área de Kroos.

La Real mejoró a medida que transcurría el partido y comenzó a creer en sus posibilidades cuando los blancos comenzaron a decaer y gozó incluso de una ocasión para empatar en un acercamiento de Concha que continuó Illarramendi quien, solo ante Casilla, optó por el pase y perdonó el 1-1.

Zidane demandó un nuevo esfuerzo a sus jugadores y Asensio, en otro balón largo que se convirtió en el instrumento de castigo de los madrileños en este encuentro, servido por Varane al mallorquín para que éste, de bella ejecución en vaselina, salvara la salida del guardameta Rulli

El partido parecía ya muy decantado para el Madrid que, no obstante, mantuvo su cerco al área blanquiazul también en el segundo período y pudo incrementar ese marcador favorable y los hizo con otro gol de Bale.