La Federación Galega de Judo brindó ayer en el colegio Liceo La Paz un homenaje a María Bernabéu Avomo con motivo del diploma olímpico que recibió por su quinto puesto en la categoría de menos de 70 kg en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Medio centenar de judokas de todas las edades y de distintos clubes de toda Galicia esperaron en el tatami a la salmantina con la emoción de recibir a una deportista olímpica que, a sus veinte y ocho años y en sus primeras olimpiadas, cuenta con el honor de cosechar el mejor resultado de un representante del judo gallego en unos Juegos tras su quinto puesto en Río de Janeiro. Hasta la fecha, la mejor clasificación gallega había sido el séptimo puesto de Victorino González en los Juegos de Seúl en 1988.

Un merecido homenaje para una judoka, la salmantina, que en el 2012 decidió apostar junto a su entrenador Carlos Montero por la federación gallega. "Oficialmente estoy con la federación gallega desde hace cuatro años, coincidiendo con este ciclo olímpico, pero ya antes de tocar las puertas de la federación competía como fichaje en la Liga gallega que se realiza a finales de cada temporada. El A.D. Famu de Vigo me fichó y vine encantada a Galicia. El espíritu familiar con el que se trabaja aquí fue lo que más me atrajo", explica la judoka salmantina.

A pesar de que los inicios nunca son fáciles, María Bernabéu, poseedora de 45 medallas tanto nacionales como internacionales, no tardó en deslumbrar al judo gallego con la plata conseguida en el Mundial de Astaná, Kazajistán, en el año 2015 y un título de campeona de España - en su palmarés cuenta con siete títulos nacionales, cuatro de ellos de forma consecutiva-, que revalidó este año, tras el conseguido la pasada temporada.

Con estos galones, y un reciente Grand Slam (Bakú), la séptima judoka del ranking mundial llegaba a la cita olímpica de Río con toda la ilusión. "Siempre he dicho que mi sueño no era ir simplemente a unos Juegos, sino de tener posibilidades reales de obtener una medalla olímpica. Estuve muy cerca de un metal -el de bronce que perdió ante la germana Laura Vargas en el segudo combate de semifinales -y francamente, es una sensación de rabia la que sientes en esa situación. Sin embargo, como es una momento agridulce, también pienso que por lo menos he logrado estar entre las cinco mejores. Está bien lo que he conseguido, aunque todavía sigo analizando porque pasó todo de esta manera", indica María Bernabéu.

Ahora, tras unas merecidas vacaciones después de cuatro años de duro trabajo, de idas y venidas de España a Japón, María Bernabéu Avomo ya sueña con la cita de Tokio, aunque prefiere ir "año a año trabajando". "Como reto se presentan en pocos meses las competiciones más fuertes, los Campeonatos del Mediterráneo que se celebrarán en España, y el Campeonato del Mundo en Hungría. Prefiero ir poco a poco trabajando, aunque indudablemente después de ver la presentación tan increíble de Tokio estoy emocionada", concluye María Bernabéu.