El alto del Naranco volverá a acoger hoy un final de etapa de la Vuelta a España. Será en la primera de las dos etapas que finalizarán en Asturias -la otra será mañana con llegada a los Lagos de Covadonga-. Además, el pelotón permanecerá en el Principado en el primer día de descanso de la ronda, el martes, mientras que el miércoles Colunga será escenario de la salida de la etapa que concluirá en Peña Cabarga.

Asturias volverá a tener protagonismo en la ronda española. Con las dos etapas de este año, el Principado ha sido escenario de un total de 98 llegadas, de las que más de la mitad, 53, fueron en alto.

Gijón fue la primera que acogió un final de etapa. Lo hizo en la segunda edición de la carrera, en 1936, en la decimoquinta jornada entre Santander y Gijón, de 194 kilómetros, con victoria de Mariano Cañardo. Una Vuelta cuyo vencedor final fue el belga Gustaaf Deloor. Desde entonces Asturias ha sido habitual en la ronda española, ya que de las 80 ediciones disputadas solo en 17 dejó de estar presente, la última de ellas en 2009.

También Gijon es el lugar que más veces acogió una llegada de la Vuelta, con 24 finales, seguido por los dos finales de este año, Lagos de Covadonga, con 19, y el alto del Naranco, con 13.

Desde 2010 todos los finales de etapa en el Principado han sido en alto. Ese año los finales fueron en Lagos de Covadonga y Coto Bello; en 2011, en La Farrapona y Angliru; en 2012 los Lagos y Cuitunigru; en 2013 el Naranco y el Angliru, en 2014, Los- Lagos y Farrapona y en la pasada edición en Sotres y la Ermita de Alba.

El Naranco siempre ha tenido un protagonismo destacado en la Vuelta a España. La última vez que la cima ovetense acogió un final de etapa de la ronda española fue en la edición de 2013, en la que se impuso el catalánJoaquín Purito Rodríguez, reciente diploma olímpico en Rio 2016.

En trece ocasiones, el Naranco fue final de etapa de la ronda española, en tres de ellas en las ediciones de 1984, 1986 y 1988, la etapa se disputó en la modalidad de contrarreloj individual, una con salida en Lugones, y dos en Oviedo, con victorias de Julián Gorospe, Marino Lejarreta y Alvaro Pino. Sólo tres corredores - Fuente (1974), Rominger (1993) y Jalabert (1995)- lograron ganar en el Naranco y la general de la Vuelta.

En la memoria de los aficionados están grabadas de manera especial dos ediciones, la primera, en 1974 y la de 1993, con victorias de José Manuel Fuente y Tony Rominger, respectivamente.

En 1974 el asturiano José Manuel Fuente, El Tarangu, cruzó la meta en solitario, en la que fue la victoria más intensa y emocionante de su carrera deportiva como él mismo reconoció una vez finalizada su carrera como profesional. Había vencido en una cima mítica y en su propia casa.

La otra edición que se recuerda también fue la de 1993, con victoria de Tony Rominger, corredor del Clas Cajastur. El suizo llegó líder a Asturias y ganó en un Naranco a rebosar de aficionados, en una etapa de gran espectáculo ciclista, también de lluvia y frío, en la que Alex Zülle se cayó por dos veces en la bajada de La Cobertoria. Rominger llegó en solitario a la cima, con 34 segundos de ventaja sobre Cubino y 44 sobre el propio Zülle.

Al final, Rominger logró su segunda victoria consecutiva en la Vuelta, en la que consiguió el triunfo en tres etapas. Rominger aventajó en 29 segundos a Zülle, y en 8.54, a Laudelino Cubino, tercero. En la historia de la competición española, sólo tres corredores, Fuente (1974), Rominger (1993) y Jalabert (1995) lograron ganar en el Naranco e imponerse en la general final de la Vuelta. Además, en las trece ediciones, ningún corredor repitió victoria en la cima asturiana.