Pedro Iglesias regresa al OAR Coruña tras un paréntesis de un año en Polonia, por sus estudios de arquitectura, con la intención de volver a llevar al club coruñés de balonmano a los primeros puestos de la liga. "Siempre digo que desde el principio se opta a todo. Se trata de una liga con muchos cambios, en parte por la situación económico de gran parte de los clubes, así que estamos en un momento en el cualquiera puede hacer daño", explica Pedro Iglesias.

Dos temporadas en el club coruñés fueron suficientes para que el que para muchos es el hijo pródigo del OAR Coruña no dudase en unirse al nuevo proyecto para esta temporada 2016-17. "Recalé en el club por mis estudios hace cuatro años, y con él tuve la oportunidad de jugar mi primer año sénior. Cuando recibí la llamada del entrenador, Pablo Aguirre, supe que era la mejor opción". Sin embargo, no todo fue un camino de rosas para Iglesias en su llegada al OAR. "Durante el primer año estuvimos luchando hasta el final para evitar el descenso de categoría. Los resultados no acompañaron. El segundo ya fue otra historia al no haber ese riesgo de perder la categoría", recuerda el jugador del equipo herculino.

Acerca de que lo que le deparará esta temporada su regreso al equipo herculino, Pedro Iglesias tiene claro cual es su primer objetivo. "Lo inminente es que mi adaptación al nuevo proyecto sea lo más rápida posible", destaca Iglesias. Y añade: "La posición sobre el campo no supone ningún problema para mí. Una virtud que tengo es que prácticamente puedo jugar en todos los puestos, pero la verdad es que como extremo me siento muy cómodo".

Ilusionado ante la que será su tercera temporada con el OAR Coruña, que arrancará el próximo 25 de septiembre ante el Xiria, Pedro Iglesias tiene claro que, a pesar de que todos tienen posibilidades estar arriba en la liga, hay clubes que serán los principales rivales a batir. "El Xiria, por su condición de campeón, y el Novas, que es el que más se reforzó este año y posiblemente esté en los puestos de cabeza", reflexiona el jugador. Y concluye: "Ojalá nosotros también podamos estar ahí arriba, tenemos grandes jugadores como Sergio Sarasola, que lo conozco desde hace años, y Víctor Cruceiro, por su veteranía. Pero ante todo lo que nos hace especiales es que somos un buen grupo, más alla de las individualidades de otros equipos".