Nairo Quintana (Movistar) dispone de una renta que le permite afrontar como claro favorito la recta final de la Vuelta a España, pero el colombiano no se fía de sus rivales y mira de reojo a Chris Froome, Esteban Chaves y Alberto Contador, rivales que quemarán sus naves en una semana que ofrece opciones de sorpresa, con dos etapas de montaña y una contrarreloj.

Quintana, de 26 años, sonríe optimista vestido de rojo ante la posibilidad de alcanzar su segundo gran triunfo. Se encuentra a tres asaltos de lograrlo y tiene un colchón de 3.37 minutos que debe ser suficiente. Correrá a la defensiva en las duras jornadas de Mas de la Costa y Aitana y en la crono de Calpe tratará de no dilapidar su suculenta renta. Pero no se fía ni un pelo de sus tres rivales inmediatos, que a su vez lucharán por dos puestos en el podio en un pañuelo de 25 segundos.

El ciclista boyacense espera la reacción de Froome, que se niega a tirar la toalla y se agarra a su potencial contra el crono. El británico ha recalcado en la segunda jornada de descanso que se niega a tirara la toalla. También espera el líder de Movistar alguna maniobra kamikaze de Alberto Contador, como aquella de Fuente Dé en 2012 cuando destronó a Purito Rodríguez ó la reciente de Formigal que hundió a Froome. Ambas hazañas las ha vivido en carrera Nairo y por eso no se atreve a cantar victoria. Sabe que con el madrileño en ruta, y además herido en su orgullo, el peligro es un compañero más.

Hoy se celebra la decimoséptima etapa, será la primera gran cita de las tres que le quedan a la última semana de carrera, la que finaliza en el Alto de Más de la Costa, un muro con tramos por encima del 20 por ciento de desnivel. Será una etapa de 177,5 km de recorrido de media montaña justo hasta los 3.800 metros de la subida final a Mas de la Costa. Una pared de 3.800 metros al 12,5 por ciento de desnivel y tramos de hasta el 22 por ciento en la segunda mitad de la subida.