"Yo no soy tonto y él es inteligente, nosotros estamos para lo mismo los dos y todos", manifestó el francés Zinedine Zidane, entrenador del Madrid, cuando se le preguntó sobre la reacción de Cristiano Ronaldo en el banquillo cuando fue relevado en el partido liguero del pasado fin de semana ante Las Palmas. En conferencia de prensa celebrada en el Signal Iduna Park la víspera del encuentro ante el Borussia Dortmund, de la segunda jornada de la Liga de Campeones, el técnico madridista indicó que todo estaba "normal" con Cristiano Ronaldo.

"No sólo Cristiano, todos los jugadores cuando salen del campo están enfadados, pero nosotros ya pensamos en el partido de mañana (por hoy)", comentó Zidane, quien entiende el revuelo levantado y que se haya hablado más de eso que del propio encuentro ante Las Palmas e incluso que el del choque europeo en Dortmund. "Es lo que hay. Yo he tomado la decisión por el bien del jugador. No va a cambiar nada", señaló. Defendió las rotaciones entre los miembros de la plantilla a lo largo de la temporada y justificó la necesidad de hacer cambios de un partido a otro. "Si un jugador nunca juega y lo necesitas en un partido no puede estar bien, no le puedes pedir estar al cien por cien. Si haces rotaciones y das minutos a los jugadores es importante, porque cuando tiras de él está preparado. Por eso pienso que son importantes las rotaciones", explicó. "No soy tonto. No soy una persona que quiera inventar nada. Voy a meter el mejor equipo posible para ganar el partido", añadió.

El Madrid visita a un Borussia Dortmund lanzado y un estadio donde nunca ganó en cinco enfrentamientos, el Signal Iduna Park, con la maldición alemana siempre de trasfondo y el enfado de Cristiano Ronaldo en primer plano, con las ganas de resarcirse del astro portugués para recuperar su mejor versión en un gran duelo.

Vuelve a escena el reto de Cristiano de ser el primer futbolista que alcanza el centenar de goles en Liga de Campeones. Al equipo de su corazón, el Sporting de Lisboa, le hizo el primero de la presente edición. Un golazo de falta que le sitúa en 94 dianas y que solventó un duelo repleto de dificultades en el estreno del vigente campeón.

El 2-1 sufrido fue la muestra de que el grupo del Madrid era más complejo de los que muchos pensaban en el inicio. El Borussia Dortmund, bien reforzado, y las temibles visitas a Alemania lo endurecen. Tres derrotas y dos empates son el balance madridista en un Signal Iduna Park, donde aún se rememora los cuatro goles de Robert Lewandowski en las semifinales de la 2012-13, que aumentó una barrera insuperable para José Mourinho como técnico blanco. Un doblete de Marcos Reus no mejora el último recuerdo a domicilio ante el conjunto alemán.

Ahora, el Madrid llega tras pasar de una racha histórica de triunfos consecutivos en Liga a encadenar dos empates que hacen daño, ante Villarreal y Las Palmas, y reducen la que era su ventaja como líder. Zidane, que no puede contar con los lesionados Marcelo y Casemiro, sigue buscando soluciones para tener equilibrio y mejorar el juego.

Se plantea el técnico francés la posibilidad de entregar ya la titularidad en portería a Keylor Navas, que no juega desde la final de la Liga de Campeones a finales de mayo. En defensa recupera a Pepe, buscando la solidez que faltó en los dos últimos encuentros, y Danilo se perfila como el elegido para intentar cubrir el gran vacío de Marcelo en la banda izquierda.

Pero el gran quebradero de cabeza para Zizou, clave para el deseado equilibrio, es la ausencia de Casemiro. El brasileño se ha convertido en imprescindible y sin él se evidencian las faltas de ayudas defensivas en acciones que costaron goles en Las Palmas. El técnico madridista piensa en la figura de Kovacic para reforzar la medular que ya forman Kroos y Modric. James e Isco tienen menos opciones. Y en ataque la BBC es innegociable. El Borussia Dortmund, por su parte, llega al duelo contra el Madrid tras cuatro victorias consecutivas, una en la Champions ante el Legia y tres en la Bundesliga.