En nueve minutos el Barcelona le dio la vuelta al partido y se impuso en el campo del Borussia Mönchengladbach, equipo que no perdía en su feudo desde enero tras acumular once victorias consecutivas.

En el triunfo azulgrana fue determinante el intervencionismo de Luis Enrique, que tuvo la virtud de cambiar el ritmo del partido en los primeros minutos del segundo tiempo, con la entrada de Rafinha y de Turan, autor del empate.

Con esta victoria, combinada con el empate que se produjo en el Celtic-Manchester City, los azulgrana son líderes en solitario con dos victorias a la espera de los dos próximos encuentros ante el equipo de Guardiola que servirán para dilucidar la suerte del grupo.

Tuvo que cocinar el partido a fuego lento el Barça, pese a que la propuesta del Gladbach era otra y buscaba una presión alta y asfixiar la zona de creación azulgrana a base de jugársela atrá.

Luis Enrique sorprendió poniendo en juego de inicio a Alcácer. Buscó el desequilibrio el Barça con Neymar jugando muchos minutos de mediapunta y habilitando espacios.

Un error de Busquets desequilibró el partido y todo se complicó para los catalanes. En la segunda parte, el propio Busquets recuperó un balón cerca del área alemana, pasó a Neymar y el brasileño se la puso a Arda. En nueve minutos, los azulgrana le dieron la vuelta a la situación. En un córner Piqué cazó el despeje del portero para sentenciar.