Javier Gómez Noya ha vuelto "a la normalidad". Así lo define él. Ya está entrenando y rebosa ilusión tres meses después de lesionarse el codo y despedirse de su máximo objetivo, los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Siguió por televisión la pelea de los hermanos Brownlee y ha sido capaz de encontrarle el lado positivo a la "desgracia", como el ferrolano califica su caída de la bicicleta. "Fue un parón grande que puede venir bien al cuerpo para afrontar los próximos años más recuperado y con nueva ilusión", comenta el triatleta en su visita al colegio Franciscanos de A Coruña.

Prefiere dejar a un lado "un momento duro" de su carrera y centrarse en el futuro. "El codo va mejorando y estoy listo para volver al trabajo", informa. Su capacidad de superación es ejemplar. Una vez salió del hospital, ya se puso manos a la obra: "Según pasó el tiempo y mejoré, introdujimos más elementos en la rehabilitación y ganando fuerza". Luego tocó la parte psicológica. Otro obstáculo que logró sortear. "Fue complicado pero como en otras ocasiones, superé ese contratiempo mentalmente y me marque nuevos objetivos".

Vio la prueba de los Juegos y le fue "inevitable" pensar qué hubiese pasado si él estuviese allí. "Pero al final solo compiten los que están allí", lamentó el cinco veces campeón del mundo de triatlón, al que no le resultó "tan duro" ver como espectador la pelea de Alistair y Jonathan Brownlee. "Al final soy un loco del deporte, me gusta verlo si no compito y fue un gran espectáculo".

De esas metas, la más cercana es la primera prueba del Mundial ITU en Abu Dabi, que se celebrará el primer fin de semana de marzo del próximo año. "Tampoco descarto hacer algún Ironman y probar la sensación", añade un Gómez Noya optimista.

Aún sin volver al asfalto, al ferrolano le toca recoger un premio importante el viernes, el Princesa de Asturias. "Es una sensación rara. Porque como deportista estás acostumbrado a hacer una competición y que te premien por ello y ahora no estoy haciendo nada y me van a dar un premio importantísimo, pero por toda mi trayectoria", comenta entre risas. Para Gómez Noya es un reconocimiento "importantísimo" y valora que el jurado haya pensado en un triatleta para recoger el galardón. "Es especial para mí y para mi deporte", resume el gallego, que hoy viajará a Oviedo para acudir a una serie de actos.