Un solitario gol de un inspirado Yannick Carrasco, que continúa en racha, dio anoche al Atlético de Madrid una importante victoria ante un ultradefensivo Rostov, que levantó una auténtica muralla rusa que el equipo de Diego Simeone tuvo muchas dificultades para superar.

Además de los tres puntos, que colocan al equipo rojiblanco muy cerca de cerrar la clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones, con un pleno de victorias, el Atlético puso fin la racha de 26 partidos invicto del equipo ruso en su estadio.

Diego Simeone lo había advertido la víspera -el Rostov es peligroso porque sabe a lo que juega-, aunque la amenaza fue más bien su defensa numantina que sus contraataques, ya que Oblak apenas hizo apenas un par de paradas de mérito en los 90 minutos.