En pleno samaín, el Leyma Coruña espantó los fantasmas y acabó con su meigallo, el que le llevó a estar dos años y medio sin poder ganar al Ourense en un derbi gallego en LEB Oro. Lo hizo con autoridad, aunque el marcador diga lo contrario. Porque al ritmo de Zach Monaghan y Joan Creus y con Dago Peña de nuevo en plan estelar los naranjas arrollaron al conjunto de la ciudad de As Burgas, que se quedó con siete y nueve puntos en su casillero en el segundo y en el tercer cuarto. La ventaja máxima fue de 22 puntos. Por eso los últimos diez minutos fueron casi innecesarios y solo sirvieron para que unos se relajaran y otros apelasen a la heroica para intentar la remontada. Se cortó a tiempo y el conjunto de Tito Díaz suma y sigue. Cinco victorias. Una derrota. Tercero en clasificación pero empatado con Retabet y Lleida. Sin duda, una de las referencias.

El duelo comenzó loco y muy igualado, con un primer cuarto que no decidió nada (28-29) y con ambos con un ritmo anotador elevadísimo. No parecía que fuera a romperse tan pronto en favor de ninguno de los dos equipos. Pero si hay alguien capaz de dinamitar un partido ese es Zach Monaghan. No es nuevo que es un jugador con una magia especial. La puso toda sobre la pista en una sola acción. Taponó, se fue con la pelota de una punta a otra y con una bandeja marcó canasta y forzó la personal. Más que tres puntos. Porque fue el inicio del despegue. El 33-29 era la máxima ventaja de la que disponían hasta entonces los naranjas, una renta que creció hasta los nueve puntos cuando la bocina mandó a los contendientes al vestuario (45-36). Ayudó la inacción visitante. Los ourensanos marcaron su primera canasta a los seis minutos y medio. Eso sí, fue un triple. Pero se quedaron con siete puntos. Muy pobre botín.

Y más ruin cuando este apenas creció en los siguientes diez minutos. Con evidentes gestos de frustración, el Ourense se vio avasallado por el ritmo propuesto por Monaghan y Creus. Entraron en juego los interiores, Olmos -todavía con la asignatura pendiente de los tiros libres, ayer dos de ocho- y Sabonis. No había contestación. Superioridad en todas las facetas de juego. La ventaja ya rozaba la barrera de los veinte puntos al término del tercer cuarto (64-45), que rompió con un triple Djuran nada más empezar el cuarto (67-45). La máxima ventaja dio paso a un partido diferente, con un Leyma más precipitado que permitió que el Ourense incluso creyera en la remontada (70-60). Frenó esta emboscada Peña con un triple y después con una jugada personal. Fue un epílogo demasiado largo de una victoria cantada. El Leyma ya está a la altura de los históricos gallegos, con nueve triunfos y nueve derrotas en su balance global en LEB Oro.