"Que se juegue a hockey sobre patines en todo el mundo y no solo en los países latinos es el futuro para este deporte". Lo dice Carlo di Benedetto, uno de los embajadores en España del proyecto de su amigo Koukoam Pa'Hom para implantar la semilla del stick en pleno corazón de África. Tras retirarse, este francés miró hacia sus orígenes en Camerún y se propuso llevar hasta allí el hockey. Pero se encontró pronto con el problema de la falta de material. Para ayudarle, el jugador del Liceo ha iniciado una recolecta para que todos aquellos interesados en colaborar donen su material usado e incluso roto para enviar allí y que la labor ya iniciada con unas primeras clases de patinaje pueda continuar y germine entre la población local.

"No necesitamos material nuevo", explica Di Benedetto, que junto a sus compatriotas Florent David (Alcobendas) y Vanessa Daribo (Girona) se encargará de reunir en España patines, sticks, bolas, tacos, guantes, espinilleras, rodilleras, medias y todo lo necesario para mandar a Camerún junto a otros compañeros que lo harán también en Francia. "Todo el mundo tiene unos patines en casa que no usa porque se ha comprado unos nuevos. Y como eso, muchas otras cosas. Antes de tirarlo a la basura, que nos lo den. Incluso nos valen guantes aunque tengan algún agujero... en Camerún no tienen nada, así que lo aceptan todo", apunta. "Si la gente quiere colaborar, que se dirija a mí directamente o a algún compañero, que me pasará el material. Yo lo reuniré todo y lo iré enviando a Duala", añade.

"Es responsabilidad de todos que el hockey se expanda por todo el mundo", señala el verdiblanco. En África, Angola es la referencia, un país que cuenta entre sus nacionalizados a Martín Payero, ex de Liceo, Órdenes y Cerceda. Por detrás, Mozambique, que tuvo como seleccionador nacional al extécnico verdiblanco José Querido, ahora en Chile. "Yo lo que quiero es lo mejor para mi deporte y lo mejor es que se expanda por todo el mundo. En cuantos más países se juegue, mejor", reflexiona. Por eso el proyecto de su amigo es necesario.

"Conocí a Koukoam en Noisy, donde coincidimos, aunque yo era más pequeño, y también era entrenador allí. Después, nos hemos ido encontrando en las pistas a lo largo de quince años", comenta el nueve del Liceo sobre su amigo. "Él es de origen camerunés y tras retirarse se propuso empezar allí con el hockey. Ya estuvo allí una vez y ya empezó con las clases de patinaje", continúa. Para ese primer viaje, contó con una importante donación de material, mucho de él, de un concienciado Carlo.