La selección española femenina de balonmano, vigente subcampeona continental, arrancó su andadura en el Europeo de Suecia con una contundente derrota ante las anfitrionas, que castigaron severamente la falta de paciencia en ataque del conjunto español.

Una falta de aplomo defensivo que se tradujo en un total de 17 pérdidas de balón, el combustible necesario para que Suecia desplegase su veloz juego de contragolpe, el arma con el que las nórdicas desbordaron por completo al conjunto español.

"No podemos precipitarnos. Hemos hecho un ataque de 20 segundos", se quejaba el seleccionador español Jorge Dueñas, desesperado por una nueva pérdida de balón, una más de las ocho que contabilizaron las guerreras en el primer tiempo.

Este marcador obligará a España a vencer a Serbia mañana y a Eslovenia el jueves, si quiere acceder a la segunda fase de un Europeo en el que las guerreras deberán corregir urgentemente su problema con las pérdidas de balón si quieren tener alguna opción.