Una victoria siempre viene bien. Si es por goleada, mejor. Y si se consigue ante un rival directo por la permanencia supone un gran golpe sobre la mesa. El Liceo se dio un festín de confianza a costa del Sant Cugat, ante el que marcó cinco tantos, dos de Cata Flores y Lucía Paz y uno de María Sanjurjo, dejó su portería a cero con una gran Katy y dio un baño de juego. Todavía quedan cosas por pulir y mejorar, como afrontar la defensa en zona y conseguir estar enchufadas durante los cuarenta minutos del partido. Pero está en el buen camino reforzado por su sexta posición, los 12 puntos en su casillero, seis de margen con el descenso.

La debilidad del rival, un Sant Cugat que poco demostró en Elviña II, puso las cosas más fáciles a las verdiblancas, que ganaron su primer partido en su feudo -el segundo en A Coruña, pues se impusieron al Alcorcón en el Palacio de los Deportes de Riazor- después de dos derrotas seguidas. Sin apuros en defensa, desbordaron con técnica y velocidad en ataque. Lucía Paz abrió el marcador y Cata Flores aumentó la ventaja. Si al descanso el resultado era solo de 2-0 fue porque las catalanas se pusieron en zona y al Liceo le costó más encontrar el camino a portería, aunque María Sanjurjo pudo marcar por dos veces al filo del paso por vestuarios. Se resarció en la segunda parte con el tercero y cerraron la goleada las que la habían abierto: Lucía Paz y Cata Flores de nuevo.